Aportes sobre la Declaración de Ultrecht - tercera parte
El
tercer postulado:
“También
rechazamos el dogma de la Inmaculada Concepción promulgado por Pío IX en 1854
desafiando las Sagradas Escrituras y contradiciendo siglos de tradición”.
La definición del dogma, contenida en
la bula Ineffabilis Deus, de
Pío IX, del 8 de diciembre de1854,
dice lo siguiente:
“...Para
honra de la Santísima Trinidad, para la alegría de la Iglesia católica, con la
autoridad de nuestro Señor Jesucristo, con la de los Santos Apóstoles Pedro y
Pablo y con la nuestra: Definimos, afirmamos y pronunciamos que la doctrina que
sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de
culpa original desde el primer instante de su concepción, por singular
privilegio y gracia de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de
Cristo-Jesús, Salvador del género humano, ha sido revelada por Dios y por tanto
debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles. Por lo cual, si
alguno tuviere la temeridad, lo cual Dios no permita, de dudar en su corazón lo
que por Nos ha sido definido, sepa y entienda que su propio juicio lo condena,
que su fe ha naufragado y que ha caído de la unidad de la Iglesia y que si
además osaren manifestar de palabra o por escrito o de otra cualquiera manera
externa lo que sintieren en su corazón, por lo mismo quedan sujetos a las penas
establecidas por el derecho”
El dogma de la Inmaculada Concepción es una creencia del catolicismo romano,
donde se sostiene
que María, la madre de Jesús, no fue afectada por el pecado original sino que, desde el mooneto de su
concepción, estuvo libre de todo pecado.
Contemplando de esta manera la especial situación de María por ser madre de
Jesucristo. Esta doctrina reafirma con la expresión "llena eres de
gracia" (Gratia Plena) contenida en el saludo del arcángel
Gabriel (Lucas
1,28), este aspecto de ser libre de pecado por la gracia de Dios.
Algunas afirmaciones en contrario:
- La doctrina de la Inmaculada
Concepción carece de fundamento bíblico ya que resulta disparatado afirmar que: “kai; eijselqw;n pro;" aujth;n ei\pen: cai`re, kecaritwmevnh,
oJ kuvrio" meta; sou`“
(Lucas 1.28) cuya traducción es “y
entrando el ángel, a ella dijo: alégrate favorecida. El Señor está contigo.
Bendita tú entre mujeres” se utilice para afirmar que fue “exonerada” del pecado original en virtud de ser
la madre de Jesucristo. El vocablo “favorecida” es el mismo que se utiliza para
toda persona creyente en Efesios 1,6: eij" e[painon
dovxh" th`" cavrito" aujtou` h|" ejcarivtwsen hJma`"
ejn tw`/ hjgaphmevnw cuya
traducción es “para alabanza de la gloria
de su gracia en la cual dio gracias a nosotros en el Amado”. Cualquier persona con un mínimo
conocimiento de griego, podrá asegurar que se está forzando el texto original
para afirmar que desde el primer instante de su concepción, María estuvo libre
de pecado original.
- Otro
fundamento bíblico, contrario al dogma, lo encontramos en Marcos 10,18: “Jesús le contestó: —¿Por qué me
llamas bueno? Bueno solamente hay uno: Dios” (cf Lucas 18,9 ss). De lo que se desprende que
nadie está sin pecado.
- Otro
fundamento bíblico, contrario al dogma, lo encontramos en 1Juan 1,8: “Si decimos que no tenemos
pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no hay verdad en nosotros”. De lo que se desprende, nuevamente, que nadie está
sin pecado.
- Tampoco
en la patrística encontramos afirmaciones tales, que pudieran permitirnos
concluir que María fue preservada del pecado original, más allá de la
veneración que estos pilares de la Iglesia tributaron a la Madre de Dios.
Nuestra posición:
Entendemos
que no existe fundamento bíblico o patrístico para el sostenimiento de este
dogma, por lo tanto, la Iglesia Antigua de Uruguay – Diversidad Cristiana no lo
acepta.
continuará ...
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