Reflexiones diarias - 10 de marzo
A partir de esta tardecita, comenzamos a publicar las reflexiones que diariamente el Pbro Hugo prepara para miembros y amigos /as de la Iglesia y difunde a través del watsapp.
¡Hola a todxs! Debemos tener cuidado con la manera en que tratamos a las autoridades religiosas del tiempo de Jesús respecto a este tema de La Ley. Entre los años 64 d.C. (primera persecución de cristianos en Roma por Nerón) y 70 d.C. (destrucción del Templo de Jerusalén por los romanos luego de una rebelión de los judíos), el cristianismo comienza a separarse del judaísmo, muchas veces a consecuencia de ser expulsados de las Sinagogas. El primer Evangelio que se escribe (tomando en cuenta las tradiciones orales) es el de Marcos, alrededor del año 70 d.C. Por lo tanto, la visión que tiene de Fariseos y Saduceos siempre es negativa: ¡Si cumplen “La Ley”, se los acusa de “legalistas”; si no la cumplen, se los acusa de “impíos”! Nunca hacen nada bien a los ojos de lxs cristianxs. ¿Cómo extraer del Evangelio las enseñanzas de Jesús sin que estos hechos históricos nos lleven a una posición anti-semita? Sin duda es muy difícil, pero vale la pena hacerlo. Por un lado, los ordenamientos de cada sociedad —y en este sentido el pueblo de Israel combina ordenamientos sociales, religiosos y culturales en un mismo “corpus” legal— son lo que determina la conducta esperada de un individuo en sociedad. Por otro lado, según Aristóteles, la aplicación de una ley que resulta en injusticia para algún individuo, debe obviarse a fin de hacer justicia para ese individuo. En otras palabras, debemos cumplir las regulaciones siempre evaluando su repercusión en nuestra vida o la de nuestro prójimo. Precisamente Jesús quería conducir a sus oyentes a contemplar ese aspecto de “La Ley”. Si alguien necesita comer, pero es día sábado, lo primero es comer, eso es justicia para la necesidad de un ser humano. Al hacer esta justicia, incluso se honra el día sábado, dado que lo contrario, es decir, la aplicación intransigente del día de reposo, resulta en una injusticia. En este sentido, Jesús está pidiendo a Fariseos y Saduceos que cumplan la Ley evaluando de qué manera esto hace justicia a cada individuo. Jesús trata de ir a un nivel ético en lugar de quedarse en la aplicación incuestionable de La Ley. De la misma manera nos pide esto a nosotrxs en nuestro tiempo. Lxs cristianxs estamos siempre regidos por dos “corpus“ legales: el de nuestra sociedad y el de nuestra religión. Nuestra reflexión siempre debe estar basada en el hecho de analizar la manera que el cumplimiento de esas leyes, tanto sociales como religiosas, repercute en justicia para nuestrxs prójimxs o para nosotrxs mismxs. Si algo de nuestra sociedad es injusto, debemos en un sistema democrático, buscar las maneras para dialogar con otrxs ciudadanxs buscando justicia. De la misma manera, en nuestra Iglesia, ante tradiciones, regulaciones, o interpretaciones teológicas que no hacen justicia a nuestras hermanas y hermanos, debemos de buscar la manera de encontrar espacios de dialogo para que nuestra iglesia sea un lugar donde se honre la justicia. Es tarea difícil pero emocionante pues participamos en el proyecto de Dios de una Humanidad renovada en justicia y paz. Esto es madurez en la fe. Aceptemos, pues, la invitación de Jesús a proclamar con nuestra vida que “El sábado [o La Ley, tradiciones, etc.] se hizo para el ser humano, y no el ser humano para el sábado.” (Mc. 3:27b). ¡Un bendecido sábado para todas y todos!
Pbro Hugo C.
Comentarios
Publicar un comentario