La persona y ministerio de Jesús en el Evangelio de Lucas (semana 5)



❧ Jesús cura a una mujer enferma



Texto bíblico: Lucas 13.10-17

Estaba un sábado enseñando en una sinagoga, y había una mujer a la que un espíritu tenía enferma hacía dieciocho años; estaba encorvada, y no podía en modo alguno enderezarse. Al verla Jesús, la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad». Y le impuso las manos. Y al instante se enderezó, y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiese hecho una curación en sábado, decía a la gente: «Hay seis días en que se puede trabajar; venid, pues, esos días a curaros, y no en día de sábado». Replicóle el Señor: «¡Hipócritas! ¿No desatáis del pesebre todos vosotros en sábado a vuestro buey o vuestro asno para llevarlos a abrevar? Y a ésta, que es hija de Abraham, a la que ató Satanás hace ya dieciocho años, ¿no estaba bien desatarla de esta ligadura en día de sábado?». Y cuando decía estas cosas, sus adversarios quedaban confundidos, mientras que toda la gente.


Objetivo de la reflexión


Descubrir juntos la atención que presta Jesús a las mujeres y de un modo especial a aquellas «golpeadas» por la vida.


Notas sobre el texto

Vs. 10: La frase «en una sinagoga» indica la última vez que Lucas, en su evangelio, menciona la presencia de Jesús en ese lugar de culto.

V. 11: La afirmación de que la enfermedad fue «causada por un espíritu» (Cf. Lc 4.33-37) revela que para el pensamiento judío la causa de las enfermedades eran entes espirituales. Hoy en día afirmaríamos que puede ser un agente patógeno o una cuestión psicológica. Son dos cosmovisiones muy distintas.

V. 12: Es importante que Lucas mencione la frase «al verla». Jesús, según los Evangelios, siempre tenía su mirada puesta en los necesitados.

V. 14: Aunque el dirigente habla a la multitud, el objeto de sus palabras de rencor es Jesús y ve en este curación un «trabajo» prohibido por la ley.

V.15: La expresión «desata su buey» utiliza en griego el verbo Apo-lyo [desatar], que es como un eco del v. 12, «liberó» [lyo]. La Mishnah da normas muy complicadas para el sábado. Por ejemplo, atar y desatar nudos es una acción que se encuentra entre los 39 trabajos prohibidos.

V. 16: La afirmación de Jesús de llamar a esta mujer como «hija de Abraham» es tremendamente significativa. Jesús le da valor a la mujer, especialmente allí donde a los otros les afecta más, en lo religioso.

V. 17: La conclusión «toda la gente se alegraba» es típicamente lucana.


Guía para la reflexión

1. La mujer no estaba en la sinagoga para ser curada. Jesús toma la iniciativa al llamarla y la pone en el centro como un signo de su enseñanza. En tu vida de fe, ¿Crees que alguna vez Dios te puso frente a otro/s para demostrar —dar testimonio— su fe en él?

2. A veces valoramos más las tradiciones y los dogmas de nuestra Iglesia que las necesidades de las personas, como el jefe de la sinagoga. Jesús se queda con la persona, revalorizando la tradición. ¿Sobre cuáles aspectos tendríamos que reflexionar como Iglesia que muchas veces le restan importancia a las personas?

3.- La mujer estaba encorvada por dieciocho años. ¿Podrías hacer el ejercicio de permanecer cinco minutos en esta posición? ¿Cómo te sentiste? ¿Cómo se habrá sentido la mujer a lo largo de esos dieciocho años?

4. Jesús deja de enseñar para curar, deja de hablar para actuar y a través de la curación vuelve otra vez a enseñar. Con esto nos da un modelo de Evangelización. Dentro de otras circunstancias, ¿Se podría usar este modelo para la tarea pastoral en nuestra Iglesia?


Pensamiento para esta semana

Jesús revaloriza a la mujer y la coloca como centro de su enseñanza para las personas de su tiempo a pesar de que sus adversarios estaban confundidos, pues realmente la enfermedad la tenían aquellos que le criticaban, mientras que el pueblo se alegraba con lo que Jesús hacía.


Oración

Dios, Madre y Padre, necesitamos liberarnos de las normas y de las tradiciones que nos oprimen. Sin esa liberación no seremos útiles a la construcción de una sociedad justa, solidaria y equitativa a la que Jesús llamó Reino. Enséñanos a poner por encima de toda norma o tradición la dignidad y los derechos de las personas, te lo pedimos en el Nombre de Jesús. Amén.

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