La persona y ministerio de Jesús en el Evangelio de Lucas - Estudios bíblicos para el tiempo de Cuaresma (semana 4)
Jesús y las hermanas
Marta y María
Texto bíblico: Lucas 10.38-42
Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres.
Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada».
Objetivo de la reflexión
Entender que en la perspectiva del Reino hay que poner las cosas en el lugar que les corresponde. Puede darse un activismo que se quiere justificar como servicio al Señor y es una manera de pasar por alto lo esencial.
Notas sobre el texto
Vs. 38-42: Este episodio se encuentra sólo en Lucas. Es interesante ver en el relato de la muerte de Lázaro (Jn 11.1-40) aparece un retrato de estas dos hermanas según las mismas características que las que presenta Lucas.
V. 39: A María no se la debe confundir con María Magdalena. Este es un error muy común en la Patrística que hemos heredado y que es incorrecto.
V. 40: Marta «estaba muy ocupada» y «servía la cena» (Lc 12.2). Los textos la presentan como una persona bien organizada. Sin embargo, quizás también quieran resaltar que cumplía con las tareas domésticas como «toda mujer». En este sentido, el contexto pareciera ser bien heteropatriarcal.
V. 41: Parece un tema importante para Lucas. Los pasajes de Lucas 4.4; 8.21 y 11.27-28 nos ayudan a iluminar el significado de nuestro texto. Este relato sigue al del buen samaritano. Sin embargo parece decir algo diferente, aún opuesto: expresar amor al prójimo es algo práctico. ¿Tiene más valor que fijarse tanto en Dios? En otras palabras, Marta expresaba su amor a Jesús al realizar las tareas de preparar los alimentos, pero María también expresa su amor a Jesús al escuchar su mensaje. Pareciera dejar en suspenso la idea de una jerarquía entre lo «material» y lo «espiritual» que quizás sea un agregado de la comunidad que puso por escrito el Evangelio.
V. 42: Los antiguos manuscritos tienen distintas versiones de este versículo: «Una sola cosa es necesaria»; «Sin embargo pocas cosas son necesarias»; «Pocas cosas son necesarias» o «más bien una sola cosa es necesaria». Sin embargo, se destaca el rol de las mujeres. Es decir, aquí, no es una creyente de segunda categoría, como se consideraba en Israel, sino que Jesús rompe con esa tradición para enseñar los textos sagrados a una mujer, algo impensado en sus días. A su vez, parece señalar el contraste entre la vida activa —Marta— y la vida mística —María—, que será un tema predilecto de muchos sermones sobre este texto entre los Padres de la Iglesia. Sin embargo, esto tiene poco que ver con el contexto de Jesús. Es, en realidad, un valor cultural griego que los judíos desconocían. Lucas está hablando de dos actitudes, más bien, hacia todas nuestras actividades.
Guía para la reflexión
1. Marta tenía su rutina hacia algo bueno, sin duda, pero no tiene tiempo para escuchar la palabra de Jesús. ¿Se mantiene realmente abierta a las noticias del Reino de Dios? (Cf. Jn 11.40).
2. La Iglesia Cristiana no ha manifestado siempre la misma actitud radical hacia las mujeres que encontramos en Lucas. Las mujeres cristianas, ¿no han sido relegadas al rol de Marta al tiempo que se les negaba el rol de María, durante muchos siglos de la historia de la Iglesia? El caso de María, ¿Sugiere otras posibilidades en la Iglesia Primitiva?
3. «Una sola cosa es necesaria» (Lc 10.41). Muchas personas se sumergen en actividades y trabajan febrilmente en el hogar o la comunidad, pero al final se quedan vacíos. ¿Qué les ha pasado y por qué?
4. «María ha elegido la parte mejor» (Lc 10.42a). ¿Qué tiene María que su hermana todavía no ha encontrado?
5. «La que no le será quitada» (Lc 10.43b). Sólo el amor perdura o como dice San Agustín: «¡Marta le preparaba el convite en el cual María ya se gozaba!». ¿Es justo separar o contraponer ambas actitudes cuando en la vida cotidiana nuestra buscamos
Pensamiento para esta semana
Jesús le dio lugar a las mujeres en su ministerio y las facultó con el conocimiento que la religión de su época les negaba. Hoy en día debemos imitar a Jesús.
Oración
Dios, Madre y Padre, que nos invitas a ocuparnos de las cosas importantes, permítenos discernir cual de aquellas muchas cosas que realizamos, es realmente importante porque nos conecta con el mensaje liberador, sanador e inclusivo de Jesús, Tu Hijo nuestro Maestro y Señor. Amén.
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