Testimonios de Vida: Juana de Arco – una Santa Queer





El término “queer” del inglés puede traducirse por “raro” pero podría traducirse también como “extraño” o “poco usual”.

Juana de Arco, una joven campesina de menos de 20 años, nacida en Domrémy, el 6 de enero de 1412. En su cultura y en su contexto, todo era de esperar que Juana fuera esposa y madre, se encargara de las tareas domésticas y de la granja de su familia, cocinara, fregara, tejiera la ropa, y llevara adelante todas las tareas esperadas de una mujer en la cultura patriarcal. Sin embargo, ella fue soldado, vistió como varón, cabalgó como varón, portó armas como varón, se dedicó a asuntos políticos y a la guerra como varón. Una joven rara, extraña, poco usual: “queer”.

Esa forma de ser mujer incomodó al mundo político y religioso, muy ligados en ese entonces y con mucho poder. No permitieron que el “sistema” construido y cuidado con tanto esfuerzo durante tantos siglos fuera cuestionado y se tomó la decisión de eliminar a Juana por la vía que fuera, al punto de inventar una acusación falsa, desarrollar un juicio injusto, conseguir testigos falsos, alterar las actas del juicio hasta alcanzar una condena ejemplificante para cualquier otra persona que cuestionara lo establecido: la hoguera, en presencia del cardenal Winchester y sus invitados.

El odio no quedó limitado a su muerte. Fue más allá. Era necesario que no quedara nada de Juana para exterminar toda posibilidad de que alguien siguiera su camino. Durante horas se echó aceite y brea al fuego para que el cuerpo quedara reducido a cenizas. De su cuerpo quemado solo quedaron algunos rastros óseos que fueron tirados al río Sena.

La figura queer de Juana de Arco nos remite a identificar aquellos centros de poder que continúan asegurando el sistema patriarcal como única forma posible de existencia, para denunciarlos y enfrentarlos enfáticamente. En pleno siglo XXI esas mismas instituciones que quemaron a Juana, continúan hoy invisibilizando, silenciando, juzgando, condenando, persiguiendo, discriminando, excluyendo. Ya no tienen la posibilidad de decidir sobre la vida o muerte de alguien, la vida física me refiero; sin embargo continúan matando psicológicamente, aniquilando toda posibilidad de ser y en muchos casos, son responsables de la muerte física a la que llegan las personas “queer” a través del suicidio.

La vida de Juana es un ejemplo de resistencia a seguir, resistencia al sistema patriarcal, resistencia a modelos preestablecidos, resistencia a continuar silenciando e invisibilizando la diversidad de personas. Continuar sus pasos es un mensaje de esperanza para quienes como ella están siendo “desaparecidos – desaparecidas” del medio por ser diferentes.

En Juana de  Arco, la Iglesia Antigua – Diversidad Cristiana identifica a millones de personas que fueron, son y serán víctimas del sistema patriarcal y machista que vulnera la identidad de las mujeres y los hombres en su más amplia diversidad.

+Julio, Obispo de la IADC.
30 de mayo de 2018.


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