2º Domingo del Tiempo de la Renovación

Mc 9,2-10. Ciclo B

El relato evangélico de hoy es común a los sinópticos: Mateo (17,1-13), Marcos (9,2-13), Lucas (9,28-36) y también a la 2ª Carta de Pedro (1,16-18).





1.     El texto en su contexto:

Seis días antes, Jesús había anunciado por primera vez su muerte (8,31-9,1). Anuncio que se repetirá más tarde en 9,31 y 10,32-34. Jesús presenta un modelo mesiánico que difería de la expectativa que tenía el pueblo, de un Mesías liberador y conquistador político; rol que asume Jesús ya al final de su vida, en el interrogatorio frente al sumo sacerdote (14,61-62).

Luego de este primer desconcertante anuncio, Jesús lleva tres testigos a un cerro donde se produce, la primer cristofanía (versículos 2-4) junto a la presencia de los dos grandes de la historia sagrada de Israel: Moisés y Elías (Mal 4,5-6 [3,23-24]; Eclo 48,4; 10); ambos personajes estaban íntimamente relacionados con las promesas antiguas que Jesús daría cumplimiento (Dt 18,15).

En este escenario se revela la presencia divina, como en el antiguo Sinaí (Moisés) o Tabor (Elías) en la nube (Ex 16,10; 33,9-10; 40,34-38; 1Re 8,10-11; 2Mac 2,8) que revela al “elegido”, al “ungido” (Gn 22,2; Sal 2,7; Is 42,1; Mt 3,17; 12,18; Mc 1,11; Lc 3,22) quien debe ser escuchado (cf Dt 18,15).

Finalmente, Jesús pide a los tres testigos: Pedro, Santiago y Juan que mantengan el secreto mesiánico (versículo 9 cf 1,44; 3,11-12; 5,43; 7,36; 8,30; 9,9) hasta que él resucite; algo que ellos no lograron comprender.



2.     El texto en nuestro contexto:

El relato de la transfiguración, es una construcción teológica que nos sitúa en un contexto post pascual. Es una invitación a renovar la fe en las promesas divinas con la convicción de que Jesús es el garante de las mismas. Él es la máxima expresión de la presencia de Dios en medio de la humanidad; es “Dios con nosotros y nosotras – Dios entre nosotros y nosotras” (Is 7,14: Emanuel); “es el rostro visible del Dios invisible” (Col 1,15; Heb 1,3; Jn 10,10-33).

Pero ¿cuál es el mensaje de este texto para la sociedad actual? ¿Qué nos quiere decir el evangelista con el relato de la transfiguración?

Sin lugar a dudas, el contenido permanente del texto, aquello que no cambia a pesar del tiempo y de la población destinataria es que Dios es fiel (Is 44),  Dios cumple aquello que promete (Lc 1,68-79; 2,29-32; 1Co 1,9-11) y lo cumple plenamente en Jesucristo “quien pasó haciendo el bien y sanando” (Hch 10,38); en efecto, a través de las curaciones y de las liberaciones, Jesús restauró la dignidad humana comunicando vida plena, digna y abundante (Jn 10,10) a cada hombre y cada mujer.

La sociedad actual, puede encontrar en Jesucristo la solución a muchos de los obstáculos que enfrenta: la pobreza (Mt 14,13-21), los feminicidios (Jn 8,1-11), el racismo y la xenofobia (Jn 4,1-26), la violencia (Lc 6,29), la discriminación y exclusión (Mt 22,1-14), el individualismo (Mt 25,31-45) entre otros.

La transfiguración de Jesús es la prueba de que en Dios y con Dios podemos transfigurar la sociedad, la cultural, la religión. Podemos hacer que cada una de ellas se humanice y se solidarice con las personas vulneradas en sus derechos y su dignidad. El relato evangélico de hoy es la buena noticia que en Jesús, todo empezó a transfigurarse, por lo tanto el otro mundo posible, la otra sociedad posible, el otro cristianismo posible son realidades no utopías. Depende del compromiso de cada uno y cada una para hacerlo posible … Llegará el día en que “Dios será todo en todos” (1Cor 15,28), es decir, que la creación entera y la humanidad como parte de ella serán divinizadas. Esa, será la máxima expresión de la transfiguración.

En este tiempo de Renovación, la Iglesia Antigua – Diversidad Cristiana invita a todos y todas a trabajar con un compromiso radical, para hacer posible estas realidades tranfiguradas, donde la paz con justicia y la solidaridad con equidad sean las normas que rijan las relaciones entre los seres humanos.

Buena semana para todos y todas
+Julio, Obispo de la IADC.


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