Teologías Postmodernas (ensayo)
El fin de los oráculos y el comienzo de los testimonios
Autor: Julio Vallarino
Introducción:
Hace
algunos años llegó a mis manos el libro en versión digital “Otro cristianismo es posible” de Rogers Lenaers ([1]). Especialmente el
capítulo 4 “Las Sagradas Escrituras como
fuente de fe” despertó mi atención, provocando en mí la necesidad de
profundizar en los contenidos aportados, especialmente en lo que respecta a la
revelación y la hermenéutica. Algunos años después me encuentro con escritos de
John D. Caputo ([2]),
“Después de la muerte de Dios”,
capítulo 2 “Hermenéutica espectral: sobre
la debilidad de Dios y la teología del acontecimiento” que me recordó el
material anterior y reavivó el interés de abordar el tema.
En
estas páginas, intentaré dialogar sobre la Biblia y la postmodernidad.
El
trabajo presenta la estructura solicitada en el esquema de presentación:
pregunta de investigación, hipótesis, objetivo, análisis temático y
conclusiones.
1.
Pregunta
de investigación:
La
pregunta de investigación que se pretende responder a través de estas páginas
es la siguiente: ¿Las Sagradas Escrituras son la Palabra de Dios?.
Muchas
personas sin lugar a dudas responderán que sí. Incluso en algunas
denominaciones, aún se concluye la lectura pública de las Sagradas Escrituras
con la afirmación “Palabra de Dios”, posicionándose desde una perspectiva
metafísica.
Sin
embargo, encontramos contradicciones a la interna del propio libro ([3]) que dejan evidencia que,
de ser efectivamente la Biblia, Palabra de Dios, Dios se contradice a sí mismo,
entonces, sentimos el desafío de posicionarnos desde otra perspectiva.
Dice
J.D. Caputo: “La idea que hay detrás de
una teología posmoderna es la de liberar el acontecimiento” ([4]). Esta idea nos desafía a
leer e interpretar las Sagradas Escrituras desde esa perspectiva.
2. Hipótesis:
Las
Sagradas Escrituras no son oráculos divinos ([5]) sino testimonios humanos
([6]); por lo tanto, ya no
pueden ser comprendidas como Palabra de Dios, sino como expresión de la fe
personal y comunitaria de sus autores y autoras.
3. Objetivo /s
El
presente trabajo, pretende realizar una breve contribución a la deconstrucción
de los relatos de las Sagradas Escrituras, a partir del análisis de cuatro
relatos clave.
4. Análisis temático: “cuatro sin sentido”.
“El acontecimiento constituye una suerte
de contrato que hemos firmado, que nos convierte en el pueblo de la promesa,
del testamento y de la brecha. La religión es el contrato que hemos firmado
entre el acontecimiento y nosotros. Más allá de los testamentos judíos y
cristianos –o tal vez en ellos- soñemos con un testamento posmoderno en el que
seamos el pueblo del acontecimiento, los llamados a reunirse por el
acontecimiento” ([7]).
A
través del análisis de cuatro episodios bíblicos, desde la teología de la
posmodernidad, pretenderemos “liberar el acontecimiento” y responder a la pregunta
de investigación.
-
4.1. El sin sentido de un
dios-en-las-alturas
Según
Caputo “el nombre de Dios lo nombra todo
excepto el acontecimiento que solicita e invita, llama y reclama, pero nunca es
nombrado definitivamente…” ([8]) ...” un acontecimiento que es más grande que cualquier otro que exista”
([9]).
Este
Ser Indecible al que llamamos Dios, lo ubicamos preferentemente “arriba”, en el
“cielo”, en otro mundo en las alturas. Pero esto no deja de ser un axioma, es
decir, un punto de partida no obligatorio, que puede ser aceptado o no.
Según
Rogers Lenaers “Quien como cristiano
prefiere seguir en este axioma se halla bien acompañado: todo el Antiguo y
Nuevo Testamento, toda la herencia de los Padres de la iglesia, toda la
escolástica, los concilios, incluyendo al Vaticano II, toda la liturgia, los
dogmas y su elaboración teológica parten del axioma de los dos mundos
paralelos. Jesús mismo y los «apóstoles y profetas» sobre los que se funda el credo
cristiano han pensando en forma heterónoma” ([10]), es decir desde el punto
de partida de los dos mundos, el de arriba y el de abajo.
Sin
lugar a dudas, a partir del siglo XIX comienza a producirse un cambio
fundamental en esta concepción. El mundo de “arriba” desaparece y con él “el
dios en las alturas”, es a partir de esta realidad, que varios estudiosos
comienzan a hablar de “la muerte de Dios” ([11]). El cristianismo
enfrenta entonces, el desafío de una nueva inculturación, esta vez, no al
servicio de la colonización y la dominación, como por ejemplo cuando la conquista
del continente americano, sino del diálogo con la sociedad y la cultura del
siglo XXI, que ya no cree en la existencia de ningún otro mundo, arriba, abajo
o fuera de este mundo. Afirma R Lenaers “Dios
no está nunca afuera sino que ha estado siempre al centro”.
Dejar
de hablar de “un dios en las alturas” tiene un efecto dominó en nuestra
formulación de la fe. Las formulaciones del Credo
son imposibles de sostener, sin embargo, es la oportunidad para que el
acontecimiento sea liberado, al decir de Caputo.
-
4.2. El sin sentido de una creación de
la nada y perfecta luego de Darwin.
A
partir de los postulados de Charles R. Darwin ([12]) sobre la evolución de
las especies, de un antepasado común mediante un proceso denominado selección
natural, resulta insostenible la teoría creacional a partir de la nada, que
postuló durante siglos el cristianismo y que algunos sectores todavía sostienen,
fundamentando a partir de las Sagradas Escrituras.
Según
J.D. Caputo, en la primera historia creacional en Génesis 1, Dios no creó el
ser de la nada, sino que “otorgó vida y
luz a lo que era oscuro y sin vida” ([13])
El
relato bíblico entonces, leído e interpretado desde la teología postmoderna,
presenta al Ser Indecible que llamamos Dios, liberando los acontecimientos: “En el comienzo de todo, Dios
creó el cielo y la tierra. La tierra no tenía entonces ninguna
forma; todo era un mar profundo cubierto de oscuridad, y el espíritu de Dios se
movía sobre el agua” (Génesis
1,1-2) ([14]).
Los pueblos del antiguo Oriente concebían el caos
primitivo como un mar que todo lo cubría (Salmo 105,6-9). Por eso, el escritor
sagrado presenta al Ser Indecible “otorgando luz y vida” (Génesis 1,3-5) y
posteriormente separando las aguas y ordenándolas para que aparezca lo seco
(Génesis 1,6-10) es decir, la tierra que, luego produce plantas y árboles
(Génesis 1,11) y los mares que producen los animales (Génesis 1,20-22).
El
escritor sagrado de Génesis, no pretendió explicar el desarrollo creacional que
aún se continúa dando, en la medida que continúan surgiendo nuevas formas de
vida, sino que brindó un testimonio mediando por su contexto epocal y cultural.
-
4.3. El sin sentido de las narraciones
milagrosas luego de Newton
A
partir de los descubrimientos de Isaac Newton ([15]) no es posible continuar
sosteniendo las narraciones milagrosas del Antiguo o del Nuevo Testamento.
Resulta
poco creíble para los hombres y mujeres del siglo XXI los acontecimientos
narrados en los Evangelios: liberaciones demoníacas (Marcos 1,21-28 cf Lucas
4,31-37), curaciones milagrosas (Marcos 1,32-34 cf Mateo 8,16-17; Lucas
4,40-41), leprosos sanados (Marcos 1,40-45 cf Mateo 8,1-4; Lucas 5,12-16),
paralíticos que caminan (Marcos 2,1-12 cf Mateo 9,1-8; Lucas 5,17-26); panes y
peces que se multiplican (Marcos 6,34-44; Lucas 9,11-17), y así podríamos continuar citando sucesos
milagrosos.
Los
relatos son el continente, o envoltorio según R. Lenaers, del acontecimiento
que tiene que ser liberado, según J Caputo.
Entonces,
podemos concluir que los escritores sagrados no pretendieron transmitir a sus
audiencias “acontecimientos extraordinarios” sino que tomaron formas narrativas
de su tiempo y proporcionaron explicaciones de determinados hechos, a partir de
sus propios contextos, epocales y culturales, dando testimonio, desde esta
perspectiva a las comunidades destinatarias de sus mensajes.
-
4.4. El sin sentido de la cruz como
sacrificio de expiación deja en evidencia la crueldad de dios
La teología clásica ha
planteado la muerte en cruz de Jesús como un sacrificio expiatorio (Marcos
9,12; 10,32-34; Romanos 3,25; 1 Corintios 5,7; Efesios 1,7; 5,2; 1 Juan 2,2;
Hebreos 9,11-14, etc.)
La
patrística y los escritores eclesiásticos se hicieron eco de esta doctrina
neotestamentaria a través de Atanasio, Ambrosio, Anselmo, Hugo de San Víctor,
Buenaventura entre otros.
La
sola idea, de un padre que entrega a la muerte a su hijo único, de la forma más
cruel y humillante, como era la crucifixión en tiempos de Jesús, haciéndolo
pasar antes por la traición de uno de sus seguidores, el abandono de los otros
frente a su detención, la negación de otro cuando fue asociado a él, la tortura
y las burlas, antes y después del juicio, rechinan a los hombres y las mujeres
del siglo XXI; revelando a un dios cruel y sanguinario.
Un
dios omnipotente y todopoderoso, que desde su trono permite la ejecución de su
hijo querido, no es una imagen que podamos sostener en la actualidad ([16]) ¿Este es el dios en el
que creemos los cristianos y las cristianas y del que damos testimonio a
nuestra sociedad y nuestra cultura? Cuando recitamos el Credo, ¿en qué Dios creemos cuando afirmamos “creo en Dios”?
Ciertamente,
algunas comunidades de fe aún continúan creyendo en ese dios que es imagen y
semejanza de lo que sucede en las relaciones humanas.
Pero
el Dios que revela Jesús es un padre lleno de amor (Lucas 15): “Los caminos de un padre en el Reino están
ilustrados por la historia de otro padre, quien fue pródigo en el amor a su
hijo. Éstos son los caminos del Reino. En el mundo, la violencia se encuentra
con la violencia; en el Reino, en cambio, se encuentra con el perdón. En el
mundo, la traición se disimula con un beso: en el Reino, la traición se cura
con un beso” ([17]).
Según
Caputo, “el acontecimiento albergado en
el nombre de Dios en esta escena … es el de un poder de los débiles o un algo
–incondicional sin soberanía-, una –fuerza débil-“ ([18]) muy diferente a la
imagen del dios juez, omnipotente y todopoderoso, al que nos referimos más
arriba, que reclama sacrificio y sangre para satisfacer su ira.
La
cruz de Jesús, fue la consecuencia de su accionar, el fracaso temporal del
proyecto de Dios para la humanidad pero nunca, una muerte expiatoria o una
muerte vicaria. Estas, han sido formas que encontraron los escritores sagrados
para explicar la muerte del justo y del bueno.
5. Conclusión /es
De
alguna manera, estos cuatro “sin sentido” nos obligan a revisar nuestra
hermenéutica bíblica.
Caputo
afirma: “no he renunciado a la palabra
hermenéutica, sino que he intentado salvar o rehabilitar esta palabra en una
modalidad más posmoderna: salvar el acontecimiento encerrado en esta palabra,
cosa que he intentado a través de una campaña de defensa de lo que he llamado
la hermenéutica radical” ([19]).
Las
Sagradas Escrituras, son los testimonios de fe de un pueblo entre muchos otros
pueblos, mediada por su cultura entre muchas otras culturas y por un tiempo,
entre muchos otros tiempos, que van desde el origen de la humanidad hasta el
final, si es que éste existe. De ninguna manera, oráculos, palabra
incuestionable e inmutable de Dios.
Las
Sagradas Escrituras, son “un continente” del “acontecimiento” que se revela en todas las culturas y en todos los
tiempos, por eso postulamos una teología del pluralismo religioso.
Estas conclusiones para nada niegan la revelación
del Ser Indecible que continúa comunicándose “en la profundidad de nuestra
psiquis humana, y esta revelación sube hasta nuestra conciencia. Pero esta
conciencia está acuñada y determinada por la cultura y por la identidad del
sujeto … las Sagradas Escrituras, pues siguen siendo palabras humanas, que a
menudo abren camino hacia Dios y son ricas, pero otras veces son pobres e
incluso engañosas. Y cuando las adoptamos no es porque sean infalibles, sino
porque nos conmueven existencialmente” ([20]) revelando y liberando el
acontecimiento.
Estas
páginas, que son una pequeñísima reflexión, me abrieron la puerta al diálogo,
desde mi experiencia de fe, con la sociedad y la cultura de la postmodernidad,
que espero continuar profundizando y compartiendo, en el espacio eclesial.
[1]
Nació en 1945 en Bélgica. Estudió filosofía, teología y filología clásica. Se
especializó en temas vinculados a la modernidad, especialmente al choque
producido entre esta y las representaciones tradicionales de la fe cristiana.
En sus trabajos pretende reconciliar el mensaje bíblico de la fe con la
modernidad recurriendo a nuevas formulaciones.
[2]
Nació en 1940 en Estados Unidos de América. Estudió filosofía. Es una figura
importante del cristianismo postmoderno y fundador del movimiento teológico
conocido como teología débil. Se especializó en temas vinculados a la
hermenéutica, la fenomenología, la deconstrucción y la teología.
[3]
Algunos ejemplos son: 2 Samuel 24,1 contradice 1 Crónicas 21,1; 2 Reyes 8,26
contradice 2 Crónicas 22,2; 2 Samuel 5 – 6 contradice 1 Crónicas 13 – 14; Josué
10,23 contradice Josué 15,63; Mateo 1,6 contradice a Lucas 3,31; Mateo 1,8
contradice a 2 Crónicas 26,1; Mateo 1,17 contradice a Mateo 1,12-16.
[4] CAPUTO
JD: Después de la muerte de Dios, capítulo 2: Hermenéutica espectral: sobre la
debilidad de Dios y la teología del acontecimiento, pág 83
[5]
Oráculo, del griego μαντειον y del latín oraculum,
es la respuesta de la divinidad a la pregunta del pueblo, a través de
intermediarios: sacerdotes / sacerdotisas, señales físicas, interpretaciones de
símbolos, sacrificio de animales.
[6]
Enmarcados en un contexto histórico, geográfico, político, económico, social,
cultural, étnico, religiosos, muy diferente al nuestro.
[7] CAPUTO
JD: obra citada pág 85
[8] CAPUTO
JD: obra citada pág 87 – 88
[9] CAPUTO
JD: obra citada pág 91
[10]
LENAERS, R: “Otro cristianismo es posible” capítulo 2 “Despedirse del mundo de
arriba” pág 20 - 21
[11]
Friedich Nietzche, Hegel, Heidegger, Sloterdijk
[12]
12 de febrero de 1809 – 19 de abril de 1882, de origen inglés, “Con apenas 16 años Darwin
ingresó en la Universidad de Edimburgo, aunque paulatinamente fue dejando de lado sus estudios de medicina para dedicarse a la investigación de invertebrados marinos. Posteriormente, la Universidad de Cambridgedio alas a su pasión por las ciencias naturales.3 El segundo viaje del HMS Beagle consolidó su fama como
eminente geólogo, cuyas observaciones y
teorías apoyaban las ideas uniformistas de Charles Lyell, mientras que la
publicación del diario de su viaje lo hizo célebre como
escritor popular. Intrigado por la distribución geográfica de la vida salvaje y
por los fósiles que recolectó en su periplo, Darwin investigó sobre el hecho de la
transmutación de las especies y concibió su teoría de la selección natural en 1838”. Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Charles_Darwin
[13] CAPUTO
JD: obra citada pág 79
[14] Dios Habla Hoy - La Biblia de Estudio,
(Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.
[15]
4 de enero de 1643 – 31 de marzo de 1727, de nacionalidad inglesa, astrónomo,
físico, teólogo, alquimista y matemático, conocido por formular las leyes de la
dinámica y la cinemática, la teoría corpuscular de la luz, el desarrollo del
cálculo diferencial e integral y la ley de la gravitación universal. Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Charles_Darwin
[16] “Encuentro la idea del sacrificio sangriento
primitiva, y la idea de que se le pida a un padre, y que éste lo satisfaga, me
parece repugnante” (CAPUTO JD: obra citada pág 101 nota 18).
[17] CAPUTO,
JD: obra citada pág 102 - 103
[18] CAPUTO,
JD obra citada pág 103
[19] CAPUTO,
JD: obra citada pág 114 – 115
[20] ROGERS,
R: obra citada pág 50 - 52
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