Otro Dios es posible - ¿La señal de la alianza? (entrevista 14)
Otro Dios es posible
ENTREVISTA 14
¿La señal de la alianza?
RAQUEL Emisoras Latinas continúa su amplia cobertura de la sorpresiva y sorprendente segunda venida de Jesucristo al mundo. En esta ocasión, nuestros micrófonos se hallan instalados en lo que fue la antigua sinagoga de Nazaret.
JESÚS Buenos días, Raquel.
RAQUEL Como pueden escuchar, nuevamente nos acompaña Jesucristo, que no está siendo reconocido por los peregrinos que visitan el lugar. Entiendo que usted fue bautizado aquí cuando niño.
JESÚS ¿Cómo bautizado?
RAQUEL Ay, no, disculpe el error fruto de la emoción... es que todavía no me acostumbro a estar conversando con usted...
JESÚS Yo me bauticé, sí, pero ya de mayor, en el río Jordán, cuando el
profeta Juan comenzó a predicar la justicia.
RAQUEL No quise decir bautismo, sino circun... circun...
JESÚS Circuncisión.
RAQUEL ¿Usted también fue circuncidado?
JESÚS Claro, yo soy judío. En el pueblo judío, todos los varones somos
circuncidados.
RAQUEL Para la audiencia que no conoce este antiguo rito, ¿podría
explicarnos en qué consiste?
JESÚS Mejor que yo, lo podría a explicar este rabino que viene por ahí… Tú, escóndete detrás de mí, Raquel… ¡Ey, maestro!... ¡Shalom!
RABINO Shalom, hijo… ¿qué se te ofrece?... ¿Quién eres?
JESÚS Verá, rabino, lo que pasa es que esta joven no es de aquí y quiere conocer algo sobre la circuncisión…
RABINO ¿Cuál joven?
RAQUEL Muy buenas, rabino, yo…
RABINO Mujer, pagana… ¡y con las piernas descubiertas!... Puah…
JESÚS ¿Te das cuenta, Raquel?
RAQUEL Pero, ¿por qué se fue, por qué me volteó la cara? No entiendo
nada…
JESÚS Déjalo, es un guía ciego, como tantos de mi tiempo. Tú querías saber sobre la circuncisión, ¿no?
RAQUEL Para que la audiencia se informe…
JESÚS Escucha, los padres llevan a sus recién nacidos a la sinagoga. El rabino toma un cuchillo afilado y corta un anillito de la piel que cubre el miembro del varón. El prepucio.
RAQUEL Disculpe mi ignorancia, pero… ¿qué significa ese rito tan extraño?
JESÚS Moisés lo estableció como señal de la alianza entre Dios y su pueblo.
RAQUEL Imagino que es doloroso para el niño…
JESÚS Lloran un rato, pero se les pasa pronto. Ahora, de mayor, es cuando duele.
RAQUEL ¿De mayor?... ¿Podría explicarse...?
JESÚS Duele que mi pueblo sea tan… tan… ¿cómo dicen ustedes ahora? Tan de hombres, tan de varones… tan…
RAQUEL ¿Tan machista?
JESÚS Eso, tan machista. ¿Te das cuenta, Raquel? Dijeron que Dios establece su alianza solamente con nosotros, los varones. ¿Y ustedes, las mujeres?
RAQUEL Bueno, claro, las mujeres no tenemos... no tenemos...
JESÚS No tienen pene.
RAQUEL ¿Usted nunca habló de la circuncisión?
JESÚS No, nunca lo hice. Porque nunca me gustó esa ley. ¿Cómo es posible que la alianza, el anillo de bodas entre Dios y su pueblo, sea la piel que cubre el pene?
RAQUEL Sí, la verdad es que refleja una religión muy masculina…
JESÚS En mi tiempo, los hombres rezaban todas las mañanas esta oración: “Gracias, Señor, por haber nacido judío y por no haber nacido mujer”. Seguramente, este rabino que te dio la espalda todavía la reza.
RAQUEL ¿Y usted? ¿La rezó alguna vez?
JESÚS Nunca. Yo la sentía como un insulto contra Dios.
RAQUEL ¿Por qué?
JESÚS Porque... ¿quieres que te adelante algo, una buena noticia?
RAQUEL Por supuesto que quiero.
JESÚS Primero, apaga ese aparato...
RAQUEL Bueno… Y ahora, dígame… ¿Usted lo cree así?... ¿Me autoriza
a sacarlo al aire?
JESÚS Ahora no. Después. Después dirás sobre las azoteas lo que ahora te he dicho al oído.
RAQUEL De momento, confidencial. En próximas emisiones compartiremos con ustedes esta sensacional revelación. Raquel Pérez. Emisoras Latinas. Nazaret.
CONTROL CARACTERÍSTICA MUSICAL
LOCUTOR Otro Dios es Posible. Entrevistas exclusivas con Jesucristo en su
segunda venida a la Tierra. Una producción de María y José
Ignacio López Vigil con el apoyo de Forum Syd y Christian Aid.
MÁS DATOS SOBRE ESTE POLÉMICO TEMA…
Una microcirugía
La circuncisión consiste en la extirpación o amputación del prepucio, tejido que cubre el glande del pene. Esta microcirugía deja al descubierto el glande, de tal manera que es visible quien ha sido circuncidado. Se circuncida por motivos religiosos, culturales o médicos. En años recientes se generalizó en algunos países circuncidar a los niños recién nacidos por motivos de higiene y para prevenir enfermedades infecciosas, pero el valor preventivo de la circuncisión está actualmente en entredicho y, más bien, la circuncisión se asocia con riesgos en la salud, por tratarse de una parte tan delicada y sensible del cuerpo. Algunos grupos cuestionan la circuncisión como una forma de mutilación y, por lo tanto, como una expresión del desprecio al cuerpo basado en ideas religiosas.
Una tradición antigua
En el Antiguo Egipto se practicaba la circuncisión. Es posible que el pueblo de Israel aprendiera este rito de los egipcios. En muchos pueblos se circuncida en la adolescencia, como un rito de iniciación a la vida sexual. En Israel es un rito sagrado que expresa la alianza de Dios con su pueblo y una señal de que el varón israelita se incorpora al pueblo de Abraham. Según el libro del Génesis, Dios ordenó a Abraham circuncidarse a sus 99 años para iniciar con él el linaje de Israel (Génesis 17,1-27).
En tiempos de Jesús, se circuncidaba al niño a los ocho días de nacido y en ese momento se le imponía el nombre. Así lo siguen haciendo los judíos piadosos. La práctica de la circuncisión fue motivo de disputa en las primeras comunidades cristianas. Fue Pablo quien propuso abandonar este rito para atraer al cristianismo a pueblos mediterráneos que no lo conocían ni lo aceptaban. En las iglesias de Egipto y Etiopía continuó practicándose. En el Islam, que tanta influencia tuvo del judaísmo y del cristianismo, los varones se circuncidan, aunque el Corán no lo ordena.
Una religión super-masculina
El rito religioso de la circuncisión, que sólo se puede practicar en los varones, es una expresión más del carácter patriarcal de la religión judía. ¿Qué mayor símbolo machista que la alianza con Dios requiera de una señal en el pene?
El dios del judaísmo, Yahvéh, a diferencia de otros dioses de la antigüedad, es un dios super-masculino, solitariamente masculino: no tiene ni madre ni esposa. Es un dios padre ancestral, tribal, guerrero y celoso. En esa cultura y en esa religión, los hombres son superiores a las mujeres y crecen creyéndolo así. Los judíos piadosos rezaban y rezan hasta el día de hoy una oración en la que dan gracias a Dios por haber nacido judíos y no paganos y por haber nacido hombres y no mujeres. Se sienten elegidos como pueblo y también como género.
El judío piadoso no habla con mujeres extranjeras y hace un rodeo para evitar incluso entrar en contacto con la sombra que proyecta el cuerpo de la mujer en el suelo. En la lengua hebrea, las palabras “justo”, “piadoso” y “santo” carecen de femenino porque se supone que las mujeres no pueden ser justas ni piadosas ni santas. “Desdichado aquel cuyos hijos son niñas” es un dicho popular judío. En las sinagogas judías las mujeres permanecen atrás, separadas de los hombres. Y en el Muro de las Lamentaciones en Jerusalén las mujeres oran en un lugar separado de los hombres, más reducido que el de ellos.
Patriarcales, misóginos y machistas
Este desprecio, menosprecio y rechazo de las mujeres no tiene la más mínima base en las palabras ni en las actitudes de Jesús de Nazaret, que violó todos estos principios patriarcales de su religión y todas las tradiciones machistas de su cultura. Sin embargo, este desprecio se trasladó del judaísmo al cristianismo, abanderado en primer lugar por Pablo, fariseo de formación. Lo alentaron después todos los Padres de la Iglesia, a la cabeza de ellos Agustín, que llegó a decir que las mujeres no tienen alma.
La literatura de los primeros siglos del cristianismo está saturada de tanta misoginia que provoca consternación y exige una reflexión autocrítica, aún lejana. El protestantismo no varió sustancialmente esta orientación. Hoy, la iglesia católica, traicionando a Jesús de Nazaret, y en sentido contrario a los avances en conocimiento y sensibilidad de la Humanidad, se presenta ante el mundo como la institución más machista de Occidente.
Todo basado en un mito
A lo largo de siglos, tanto el judaísmo como el cristianismo han argumentado el rechazo a las mujeres y la primacía de los varones en una doctrina pétrea y sin fisuras elaborada a partir del mito de Adán y Eva en el Génesis, leyéndolo como si fuera un hecho ocurrido en la realidad, un texto histórico, y para algunos hasta científico, presentándolo como verdad revelada desde la que hay que interpretar el sentido de la vida humana, el papel de mujeres y hombres en la historia, y las relaciones de la Humanidad con Dios.
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