Comentarios a la Biblia Queer - Génesis (cuarta entrega)

GÉNESIS / BERESHIT
Autor: Michael Carden
Traducción MCRP 
 
NOÉ (6.9 – 11.32)

“Esta es la historia de Noé.
Noé era un hombre muy bueno, que siempre obedecía a Dios. Entre los hombres de su tiempo, solo él vivía de acuerdo con la voluntad de Dios”.
 “Y Taré murió en Harán, a la edad de doscientos cinco años”.

Con el relato del Diluvio, el lector se ve confrontado con el espectáculo del genocidio. El texto bíblico declara que la tierra era corrupta y que toda carne había corrompido sus caminos, llenando la tierra de violencia. Los cristianos medievales entendieron que esta corrupción era sexual, y utilizaron la historia del Diluvio para hacer abyección del erotismo. En el judaísmo, sin embargo, la violencia se entendió como robo, que representaba una completa ruptura de la solidaridad humana. Zornberg destaca que el gran rabino medieval Rashi entendió que este colapso de la solidaridad se reflejaba eróticamente en una sexualidad rapaz, que no respetaba los derechos de los demás. Esta sexualidad de “expansionismo colonial”, que negaba radicalmente la “existencia de otros mundos de seres y cultura”, es ilustrada por Rashi con la imagen de un gobernante que ejercía el derecho de “prima noctis”, teniendo sexo con la novia la noche de su boda, antes que ella se encontrara con el esposo (Zornberg 1996: 52-3)

Así, mientras el judaísmo puede también utilizar el relato del Diluvio como una historia aleccionadora en cuanto a la sexualidad, esta lectura es menos violenta que las lecturas cristianas. Quizás por invocar al derecho “prima noctis”, Rashi está criticando sutilmente a la sociedad gentil cristiana.

Sin embargo, la imagen más terrible que usa Rashi para ilustrar la ruptura de la solidaridad humana en la producción del Diluvio, es que los padres utilizaban a sus propios hijos como tapones, “empujándolos hacia abajo sin misericordia” – para tratar de detener la fuente del agua que inundaba todo. (Zornberg 1996: 57)

Algo de esta actitud se refleja en la manera en que la homofobia puede hacer que los padres rechacen a sus hijos “queer”, los echen de casa, los presionen para que no aflore en ellos una alternativa a la visión del orden patriarcal, de la heterosexualidad compulsiva.

También en judaísmo hay un matiz similar del personaje de Noé. El Génesis dice que Noé era “un hombre muy bueno, que siempre obedecía a Dios” (Génesis 6.9), pero como la suya es la generación del Diluvio, esta afirmación es puro elogio. Zornberg apunta al hecho de que el silencio de Noé, que es en sí mismo representativo de la ruptura de la solidaridad humana, lleva al desorden de la creación en el Diluvio. Esta “apatía incalificable” revela a Noé, quien “no se preocupa de lo que ocurra a otros” y “sufre por la incapacidad de hablar significativamente a Dios o a sus coterráneos” (Zornberg 1996: 58) En el Zohar, Noé es comparado con Moisés, que intercedió ante Dios por los israelitas – después que Dios le dijo: - “y yo estableceré mi alianza contigo” él debería haber suplicado misericordia por los demás seres humanos, y luego debería haber ofrecido el sacrificio que entregó más tarde, a los efectos de aplacar la ira de Dios contra el mundo” (Zohar I. 68 a.) En la incuestionada obediencia de Noé a los mandatos divinos y en su falta de preocupación por los demás, está la destrucción de un mundo.

Paradójicamente, es el tiempo pasado en el arca lo que romperá la apatía de Noé. Zornberg llama al arca “laboratorio de amabilidad”; en ella, Noé y su familia aprenderán a albergar una preocupación por los demás (Zornberg 1996: 63) Deben atender a todas las necesidades de los animales que están a bordo del arca.

Otro punto a destacar sobre los que están en el arca:

La historia del arca aparece en una lista “queer” de email sobre Religión, a la que estoy suscripto. Una persona escribió la queja de que Dios solo salvó a animales heterosexuales en el arca, porque Noé puso a bordo solamente a dos de cada especie, macho y hembra. ¿Es que la historia del Diluvio presta su garantía a la heterosexualidad como una norma?

Mi respuesta es que mientras el Génesis mantiene la continuidad física de la vida, antes y después de la catástrofe, en el relato del Diluvio no está ordenando la exclusiva heterosexualidad. El concepto probablemente no tenía ningún significado en el momento en que el relato fue escrito.

Más aún, en Génesis 7.1-7, queda claro que, como los humanos que se preocupan por ellos, los animales no están todos representados por un par reproductivo de cada especie.

“Después el Señor le dijo a Noé: Entre toda la gente de este tiempo, solo tú vives de acuerdo con mi voluntad. Por lo tanto, entra en la barca, con tu familia. Toma siete machos y siete hembras de todo animal puro, pero solo un macho y una hembra de los impuros.  Toma también siete parejas de cada clase de aves, para que se conserve su especie en el mundo, porque dentro de siete días haré que llueva durante cuarenta días y cuarenta noches. ¡Voy a borrar de la tierra todo lo que vive, y que yo he creado! Y Noé hizo todo tal como el Señor se lo había ordenado.
Cuando el diluvio inundó la tierra, Noé tenía seiscientos años. Y entró Noé en la barca, con sus hijos, su esposa y sus nueras, para protegerse del diluvio”.

 Los animales “puros” y las aves están representados por siete pares, macho y hembra, de cada especie. Catorce individuos representan muchas más combinaciones sexuales.

Puede objetarse que estos animales extra deben someterse a las exigencias del sacrificio. Sin embargo, el relato no dice que Noé mató a todos los excedentes, en sacrificio. Además, el sacrificio es en sí mismo una actividad social; en este caso, la historia no está privilegiando, ni menos abogando por un simple reproductivismo biológico como la norma.

Sin embargo, la historia del Diluvio termina con un extraño incidente con posibles significados sexuales. Génes 9: 18-28 relata cómo Noé, inventor del vino, duerme desnudo en su tienda, de modo que su hijo menor, Cam, ve su desnudez. Ham cuenta a sus hermanos, Shem y Jafet, quienes respetuosamente cubren a su padre. Noé se despierta y maldice a Canaan, el hijo de Cam, por lo que ha ocurrido, mientras bendice a Shem y Jafet.

Estas son las únicas palabras que pronuncia Noé en todo el relato.

“Los hijos de Noé que salieron de la barca fueron Sem, Cam, padre de Canaán, y Jafet. Estos fueron los tres hijos de Noé, y con sus descendientes se volvió a poblar la tierra.
Noé comenzó a cultivar la tierra, y plantó una viña. Un día, Noé bebió demasiado y se emborrachó, y se quedó tirado y desnudo en medio de su tienda de campaña. Cuando Cam, o sea, el padre de Canaán, vio a su padre desnudo, salió a contárselo a sus dos hermanos. Entonces, Sem y Jafet tomaron una capa, se la pusieron sobre sus propios hombros, y con ella cubrieron a su padre. Para no verlo desnudo, se fueron caminando hacia atrás y mirando para otro lado.
Cuando Noé despertó de su borrachera y supo lo que su hijo menor había hecho con él, dijo: “¡Maldito sea Canaán! ¡Será el esclavo más bajo de sus dos hermanos!”
Luego añadió: “Que el Señor mi Dios bendiga a Sem, y que Canaán sea su esclavo. Dios permita que Jafet pueda extenderse; que viva en los campamentos de Sem, y que Canaán sea su esclavo”.

Se han dado varias explicaciones sobre qué hizo Cam para incurrir en la maldición sobre Canaán. Se dice que hizo burla de su padre, que lo violó o lo castró. Otras explicaciones se basan en las prohibiciones levíticas del incesto (Levítico, 20.11) – para sugerir que Cam vio a su madre desnuda y se burló de ella, o intentó actividad incestuosa con ella.

Es importante notar que el maldito es Canaán, el hijo de Cam, y no el propio Cam. La maldición a Canaán prepara al lector para el despojo y la destrucción de los cananeos, a manos de los israelitas, que sigue al Éxodo. Si la falta de Cam es haber roto los tabúes del incesto, entonces la maldición a Canaán representa el primero uso de la sexualidad estigmatizada para hacer abyección del Otro.

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Próxima entrega LEKH LEKHA

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