Comentarios Queer a la Biblia - El Evangelio de Mateo (cuarta entrega)
EVANGELIO DE MATEO / Thomas
Bohache
Traducción MCRP / Diversidad Cristiana
MENSAJE: EL REINO /REGLA / IMPERIO DE DIOS
Es virtualmente indiscutido que el corazón del mensaje de Jesús fue lo
que la mayoría de las Biblias llaman “el reino de Dios”, una traducción de los
términos griegos he basileiatoutheou. Mateo nos cuenta que Jesús
comenzó su ministerio proclamando: “Arrepiéntanse, pues el reino del cielo está
cerca.
(4.17)
Desde entonces, Jesús comenzó a proclamar: “Vuélvanse
a Dios, porque el reino del cielo está cerca”.
Mateo utiliza el término “cielo”, en lugar de “Dios” como un
circunloquio, poniéndose de acuerdo con el judaísmo de este Evangelio, debido a
que los judíos no pronuncian ni escriben el nombre divino. Prefiero traducir el
término basileia con el verbal “acción”,
palabras como “reino” o “regla”, porque muestra que la basileia de Dios es activa e inmediata entre nosotros, no un lugar
específico donde vamos en algún momento señalado. Para mí el término basileia tiene una connotación temporal
y espacial: Jesús estaba diciendo a las multitudes: “El lugar y el tiempo del
poder de Dios es aquí y ahora”.
Sin duda, esa era una buena noticia para un pueblo que había estado
sometido por una serie de gobiernos extranjeros y por una aristocracia y un
sacerdocio nativos, en connivencia con las fuerzas del imperio. Más aún,
debemos tomar literalmente el verbo griego metanoiea,
que los modernos biblistas traducen por “arrepentirse”, pero que en realidad
significa “cambiar la mente”. Jesús estaba dando poder a los colonizados de su
tiempo, para un cambio de mente, que implicaba cómo los oprimidos se veían a sí
mismos, a sus opresores, y al amor de Dios. El anuncio de Jesús en cuanto al
Reino de Dios iba dirigido a permitir al pueblo saber que ninguna otra regla o
ningún otro gobierno, religión o jerarquía podría tomar el dominio sobre sus
vidas; solo Dios podría hacerlo. Cuando cambiaran sus mentes y se dieran cuenta
de que no eran víctimas indefensas, sino los amados por Dios, podrían hacer
algo para cambiar sus vidas, tanto interna como externamente.
Para las personas “queer” contemporáneas, esta predicación de Jesús
sobre el Reino de Dios, nos afirma que, aunque podemos ser ciudadanos de
segunda clase en muchas partes del mundo, aunque no podamos contraer matrimonio
y tampoco tener nuestros hijos, aunque en muchos lugares sea un crimen expresar
nuestro amor, en el Reino de Dios (el lugar donde Dios reina) hay libertad y
liberación para todas las personas. El empoderamiento “queer” requiere que cada
uno/una de nosotros/as proclame esta buena noticia para todos los que
encontremos. Al hacer “queer” el estatus quo – removiendo y sacudiendo –
podemos ayudar a hacer más presente el Reino de Dios en la realidad del día a
día.
En el mundo de hoy, especialmente a la luz de los eventos políticos
durante la última década, quizás es todavía mejor traducir la primaria forma de
hablar de Jesús sobre el control de Dios como “el imperio de Dios (Carter 2000:
119), o “la regla imperial de Dios” (Funk 1994: ix), pues hacer esto asume el
contexto político-social dentro del cual vivieron, tanto el mismo Jesús como la
audiencia de Mateo. El sub-texto anti-imperial en el mensaje de Jesús, habría sido particularmente
aparente en Galilea, donde los cuatro evangelistas relatan que Jesús comenzó su
ministerio (Mateo 4. 12; Marcos 1. 14; Lucas 4. 14; Juan 2.1) Esto porque
Galilea era un núcleo de sentimientos anti-imperiales y la ubicación de varias
movimientos mesiánicos. “Jesús comenzó una misión de renovación social, entre
pueblos sometidos…[y] actuó para curar los efectos del imperio y para
recomendar al pueblo reconstruir su vida comunitaria (Horsley 2003: 105)
MATEO 4.12-14
Jesús comienza su trabajo en Galilea
Cuando Jesús oyó que había metido a Juan en la cárcel,
se dirigió a Galilea. Pero no se quedó en Nazaret, sino que se fue a vivir a
Cafarnaum, a orillas del lago, en la región de las tribus de Zabulón y Neftalí.
Esto sucedió para que se cumpliera lo que había escrito el profeta Isaías…
No es accidental que el famoso “Sermón del Monte” (Mateo 5-7) – donde
aparece una cantidad significativa de las enseñanzas de Jesús – se sitúe por el
autor inmediatamente después de que afirma no solo la ubicación del ministerio
(en la políticamente volátil Galilea), sino también su contenido (el Imperio de
Dios) Estas claves alertan al lector en cuanto a que la enseñanza de Jesús en
el Sermón del Monte, debería ser leída desde una perspectiva post-colonial; en
otras palabras, ¿cómo debería el pueblo de los márgenes sociales recibir su
mensaje? Cuando se observa de esta manera,
creo que el mensaje de Jesús, como lo entrega el evangelista, también
puede informar una lectura “queer”; si el autor quiso decir que el mensaje era
especialmente relevante para los marginados y colonizados de su tiempo, ¿no
podría ser relevante, de forma similar, para aquellos marginados y colonizados
por la hetero-normativa del mundo actual?
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