La humanidad necesita comunidades cristianas renovadas por la acción del Evangelio
15 1“Yo soy la vid verdadera, y mi
Padre es el que la cultiva. 2Si una de mis ramas no da uvas, la
corta; pero si da uvas, la poda y la limpia, para que dé más. 3Ustedes
ya están limpios por las palabras que les he dicho. 4Sigan unidos a
mí, como yo sigo unido a ustedes. Una rama no puede dar uvas de sí misma, si no
está unida a la vid; de igual manera, ustedes no pueden dar fruto, si no
permanecen unidos a mí.
5“Yo soy la vid, y ustedes son las
ramas. El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin
mí no pueden ustedes hacer nada. 6El que no permanece unido a mí,
será echado fuera y se secará como las ramas que se recogen y se queman en el
fuego.
7“Si
ustedes permanecen unidos a mí, y si permanecen fieles a mis enseñanzas, pidan
lo que quieran y se les dará. 8En esto se muestra la gloria de mi
Padre, en que den mucho fruto y lleguen así a ser verdaderos discípulos míos” (Juan 15,1-8 versión Biblia de
Estudio Dios Habla Hoy).
1- El texto en su contexto:
El
evangelista expresa la relación entre Jesús y su comunidad utilizando un
símbolo que en la literatura profética del Antiguo Testamento, con frecuencia
representaba al pueblo hebreo y sus autoridades (cf. Sal 80,8-16; Is 5,1-7; Jer
5,9-11; 12,10-11; Ez 15,1-6; 19,10-14).
Pero
Israel y sus autoridades no han dado el fruto esperado por Dios (Jer 8,4-13;
Miq 7,1-7). Dios quería respeto a su Ley y justicia en las relaciones
comunitarias (Is 5,1-7) para así dar testimonio ante el resto de los pueblos
(Is 60,3).
La
afirmación de Jesús “Yo soy la vid
verdadera” es un escándalo para los judíos que le escuchaban; está dando
por finalizada la Antigua Alianza entre Dios e Israel su pueblo; y está
anunciando una Nueva Alianza que se realiza en El y en la comunidad de discípulas
y discípulos unida a El, como nuevo pueblo de Dios (versículos 1-2).
Las
discípulas y los discípulos de Jesús, en la medida que reciben y aceptan la
Buena Noticia (= evangelio) de Dios que Jesús anuncia, se unen a El (versículos
3-4 cf 13,10; 2Co 3,5; Fil 4,13; 1Jn 1,3-4). El pueblo de la Nueva Alianza está
en comunión con Jesús y con Dios (versículos 5 cf. 14,20; 17,11.20-23).
Una
nueva afirmación de Jesús vuelve a escandalizar a su audiencia “El que no permanece unido a mí, será echado
fuera y se secará como las ramas que se recogen y se queman en el fuego” (versículo
6 cf. Mt 3.10; 7,19 cf. Lc 3,9; 13,6-9). Quienes no aceptan a Jesús y su
mensaje quedan fuera del pueblo de la Nueva Alianza. Aceptar a Jesús y su mensaje,
implica seguir sus enseñanzas (versículo 7) que liberan a todas las personas
sin excepción (8,31 cf 1,14.17; 3,21; 4,23; 17.17.19).
El
testimonio que no dio el antiguo pueblo, ahora es misión del nuevo pueblo
(versículo 8). Jesús no forma una comunidad cerrada en sí misma, que discrimina
y excluye, error en el que cayó el antiguo pueblo. La misión que Dios confió a
Jesús, es también la misión del nuevo pueblo (Lc 4,18-19): liberar a las
personas oprimidas, incluir a las personas excluidas, dignificar a las personas
discriminadas (cf Dt 15,11; 2Sam 12,1-6; Est 9,22; Prov 14,31; Am 2,6-7; 4,1;
puede consultarse también los siguientes versículos que hablan de la actitud de
Dios con las personas pobres: 1Sam 2,8; Sal 34,6 (7); 107,41; 109,31; 113,7; Is
25,4; 61,1; igualmente, pueden consultarse los siguiente versículos sobre las
leyes a favor de las personas pobres: Ex 22,25 (24); 23,3.11; Lv 19,9-10;
25,25-43; 27,8; Dt 15,7-11; y los deberes de los gobernantes para con ellas:
Sal 72,12-13; Is 11,4),
2- El texto en nuestro contexto:
Las
comunidades cristianas somos depositarias de la misión que Dios confió a Jesús.
Esta misión se caracteriza por ser inclusiva, aceptando a todas las personas sin
excepción (Hch 10,34); solidaria, trabajado por el restablecimiento de la
dignidad y los derechos de las personas excluidas (Mt 11,28-30); justa,
estableciendo modelos alternativos de relacionamiento para la sociedad (Mt 25,34-40).
Estimadas
comunidades presenciales, Diversidad Cristiana de Montevideo y Diversidad
Cristiana de Pasto (Colombia); estimada comunidad virtual, la humanidad
necesita comunidades cristianas renovadas por la acción del Evangelio; el indicador
de que estamos en comunión con Jesús es que estas características son parte constitutivas
de nuestras comunidades (versículo 5).
En
nuestras prácticas, no asumamos posiciones sectarias, ni fundamentalistas, ni dogmáticas,
porque la enseñanza de Jesús es liberación y dignificación para todas las
personas en todas partes y en todo tiempo (versículo 7) y lo contrario a esto
no es el Evangelio de Jesucristo.
Vivamos
con gozo y alegría, sentirnos parte del pueblo de la Nueva Alianza, una nueva
humanidad que surge de la comunión con Jesús (versículo 5). Trabajemos con compromiso
y radicalidad para hacer posible una civilización, inclusiva, justa y solidaria,
para felicidad de la Humanidad y gloria de la Divinidad (versículo 8).
Buena
semana para todos y todas.
Quinto
domingo de Pascua.
+
Julio.
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