Comentarios Queer a la Biblia: EXODO (cuarta entrega)
ÉXODO
Auotroa: Rebecca Alpert
Traducción: MCRP - Diversidad Cristiana.
REBELIÓN Y SUBVERSIÓN
Un segundo tema importante del libro del
Éxodo, es la naturaleza rebelde del pueblo, durante su marcha. Elevan quejas
acerca de las condiciones en el desierto (15.22; 16.2; 17.3)
Moisés hizo que los
israelitas se alejaran del Mar Rojo. Entonces, ellos se fueron al desierto de
Shur, y durante tres días caminaron por él, sin encontrar agua. Cuando llegaron
a Mara, no pudieron beber el agua que allí había, porque era amarga. Por eso,
llamaron Mara a ese lugar.
La gente empezó a hablar
mal de Moisés, y preguntaban: “¿Qué vamos a beber? (15.22-24)
Allí, en el desierto,
todos comenzaron a murmurar contra Moisés y Aarón.
Y les decían: - ¡Ojalá el
Señor nos hubiera hecho morir en Egipto! Allá nos sentábamos junto a las ollas
de carne y comíamos hasta llenarnos, pero ustedes nos han traído al desierto
para matarnos de hambre a todos. (16.2-3)
…pero no había agua para
que el pueblo bebiera, así que le reclamaron a Moisés, diciéndole:
-
¡Danos agua para beber! –
-
¿Por qué me hacen
reclamaciones a mí? ¿Por qué ponen a prueba a Dios? – contestó Moisés.
Pero el pueblo tenía sed,
y hablaron en contra de Moisés. Decían:
-
¿Para qué nos hiciste
salir de Egipto? ¿Para matarnos de sed, con nuestros hijos y nuestros animales?
– (17.2-3)
El pueblo expresa arrepentimiento por haber
salido de Egipto (14.11)
Y a Moisés le dijeron: -
¿Acaso no había sepulcros en Egipto, que nos sacaste de allá para hacernos
morir en el desierto? ¿Por qué nos has hecho esto? ¿Por qué nos sacaste de
Egipto?
Y en su acto más grande de rebelión,
construyen un “becerro de oro”, un ídolo, para adorarlo, cuando temen que
Moisés los ha abandonado (32.1)
Al ver los israelitas que
Moisés tardaba en bajar del monte, se juntaron alrededor de Aarón y le dijeron:
- Anda, haznos dioses que nos guíen, porque no sabemos qué le ha pasado a este
Moisés que nos sacó de Egipto…Todos se quitaron los aretes de oro que llevaban
en las orejas y se los llevaron a Aarón, quien los recibió, y fundió el oro, y
con un cincel lo trabajó hasta darle la forma de un becerro. Entonces, todos
dijeron:
-¡Israel, este es tu
dios, que te sacó de Egipto!... (32.1-4)
La rebeldía del pueblo a menudo se describe en
términos de su falta de fe en Moisés o en esta forma de vida, su escepticismo
en cuanto a la creencia en el Dios de sus ancestros y una falta de voluntad para
obedecer a las leyes que se les dieron.
Pero, observando la rebelión de los pueblos
desde una perspectiva gay, quizás
podamos ver más en ellos que estas descripciones negativas de un pueblo
quejoso, desagradecidos y sin fe. Se podría más bien asumir que en la rebelión
contra la autoridad de Moisés, el pueblo proporciona un modelo del papel
crítico que desempeña un grupo en la comunidad. Porque el pueblo no sigue
obsecuentemente a Moisés, prueban que son un pueblo que está pensando por sí
mismo. Están dispuestos a ir contra un
líder poderoso, y cuestionan sus ideas y sus mandatos.
Como George Coats (1977) sugiere, este texto
plantea preguntas sobre cómo vemos la obediencia. Argumenta que el texto
muestra a un Dios que persuade a los humanos a obedecer, pero no los obliga.
Este Dios es un gobernante que puede tolerar la oposición. La pregunta que
debemos hacer es siempre si estamos mirando una rebelión por objetivos
legítimos de justicia, o no.
En su rebelión, los israelitas nos dan un
modelo que puede ayudarnos a comprender cómo las personas trasnlesbigay pueden
funcionar en la sociedad. Porque se nos define como diferentes, y porque no
seguimos las reglas de la sociedad en cuanto al proceso de la sexualidad y la
reproducción, podemos ser los que están dispuestos a plantear preguntas
difíciles, y no solo a seguir a la multitud. Cuando una sociedad no tiene
disensiones, las voces de la diferencia son ahogadas, para detrimento del
crecimiento de esa sociedad. Aquellos que se rebelaron contra Moisés y desafiaron
su autoridad, nos recuerdan la necesidad de la disensión. Dieron a Moisés la
oportunidad de aprender cómo conducir, y de oír a su pueblo. No podemos
subestimar el poder de la rebeldía, en su papel de formar la textura social y
asegurarse de que todas las voces sean oídas.
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