Líderes en el discipulado de Jesús

Mensaje en el Cuarto Domingo de Pascua.

“En verdad les digo: El que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino que salta por algún otro lado, ése es un ladrón y un salteador. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El cuidador le abre y las ovejas escuchan su voz; llama por su nombre a cada una de sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas sus ovejas, empieza a caminar delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. A otro no lo seguirían, sino que huirían de él, porque no conocen la voz de los extraños.

Jesús usó esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir. Jesús, pues, tomó de nuevo la palabra: En verdad les digo que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido eran ladrones y malhechores, y las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta: el que entre por mí estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará alimento. El ladrón sólo viene a robar, matar y destruir, mientras que yo he venido para que tengan vida y la tengan en plenitud” (Jn 10,1-10:  versión Biblia Latinoamericana)


 En primer lugar, el Evangelio nos propone como primer tema de reflexión: el rol de las personas que lideran las comunidades. Jesús es el Pastor, el Líder. El que tiene una relación estrecha y personal con cada uno de nosotros y cada una de nosotras. Le reconocemos cada vez que nos llama por nuestro nombre.

Quienes lideramos comunidades cristianas, debemos seguir el ejemplo de Jesús. En esa relación personal tenemos que conocer a las personas que lideramos y ser reconocidos y reconocidas por ellas. Como Jesús, lideramos en actitud de servicio, promoviendo la participación y la responsabilidad de las personas en la vida eclesial. El profeta Ezequiel lanza una dura crítica a quienes lideran imponiéndose en lugar de servir. Jesús también, les llama ladrones y salteadores.

En segundo lugar, el Evangelio nos propone un segundo tema de reflexión: los y las líderes, a ejemplo de Jesús, tenemos que liberar. El texto bíblico narra que el pastor entra por la puerta y saca a las ovejas fuera del corral. Luego no dice que retornen. Así como Moisés condujo a las tribus hebreas de la esclavitud a la liberación, Jesús libera a las personas de las estructuras que las oprimen y excluyen conduciéndolas a una nueva realidad: una comunidad de iguales donde sólo Dios es Madre – Padre.

Quienes lideramos comunidades cristianas, debemos seguir el ejemplo de Jesús, promoviendo y acompañando procesos de liberación en las personas y las comunidades. Cuanto mayor sea nuestro compromiso con la liberación e inclusión de las personas, tanto mayor será la presencia de lo que Jesús llamó Reino, entre nosotras y nosotros.

Jesús trajo vida en plenitud y abundancia. Quienes lideramos comunidades cristianas, siguiendo su ejemplo, debemos ser promotores y promotoras de dignidad para todas las personas sin exclusión, de derechos para todas las personas vulneradas por los diferentes poderes de la sociedad, de humanización en todas las relaciones y en todas las actividades. Humanización, Derechos y Dignidad para todas las personas, de todos los tiempos y en todos los lugares: esa es la Buena Noticia que Jesús trajo y que las y los líderes cristianos de la actualidad, debemos comunicar a la sociedad y la cultura del siglo XXI.

Buena semana para todas y todos.
Obispo Julio.

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