La Sagrada Familia: una familia disfuncional y negligente.
Primer Domingo del Tiempo de la Encarnación
Lc 2,41-52
El relato evangélico nos presenta un episodio de la Sagrada
Familia con suficientes hechos como para catalogarla, según los parámetros de nuestros
tiempos, como una “familia disfuncional”. María es una madre soltera (Mt 1,18).
José es el padrastro de Jesús (1,19-21). En una de los viajes a Jerusalén
retornan a su casa sin tener en cuenta que el adolescente Jesús no estaba con
ellos (Lc 2,41-52). Un adolescente (Lc 2,42) que estuvo tres días lejos de su
familia (Lc 2,46). Hoy nos preguntaríamos ¿dónde durmió esas noches? ¿dónde o
qué comió? ¿a qué peligros estuvo expuesto mientras su familia no había
detectado aún su ausencia y hasta que lo encontraron?.
Generalmente realizamos lecturas idealizadas de este relato.
Sin embargo, es un claro suceso de negligencia de parte de los adultos
responsables. Cualquier Juez de Menores llamaría la atención a María y a José
por irse de Jerusalén sin reparar que el adolescente les acompañaba. Cristianas
y cristianos de diversas iglesias, al igual que dirigentes religiosos, con
mucha ligereza critican, juzgan y condenan a las madres solteras; pues María
fue una de ellas; llaman a los adolescentes empobrecidos, “menores” a
diferencia de los adolescentes clase media que son identificados como
“adolescentes”, Jesús fue un “menor” que desobedeció a sus padres, que se fugó
del lugar de protección.
La sociedad actual está integrada por familias disfuncionales
y negligentes, la gran mayoría lo son, el modelo familiar convencional se
encuentra en crisis; el modelo no la familia. Esta unidad de convivencia, en
otros tiempos fue el clan o la tribu, a la que llamamos familia ha ido
cambiando en el correr de la historia hasta llegar a los actuales modelos
familiares: nuclear, ensamblada, monoparental, con padre y madre, con madre y
madre, con padre y padre. Lo que consolida y da cohesión a la relación es el
afecto, el amor, no la consanguineidad. Tengamos en cuenta que la mayor parte
de los abusos sexuales se cometen dentro de la familia, la mayor parte de los
feminicidios se producen a causa de la violencia doméstica, la mayor parte de
los abusos a personas ancianas o discapacitadas se producen en la familia.
Familia es quien te quiere bien.
María, madre soltera y José, padrastro de Jesús, aunque
negligentes por partir de Jerusalén a Nazaret sin tener en cuenta que el
adolescente Jesús no estaba en la caravana, retornaron en su busca y no pararon
hasta encontrarlo (Lc 2,45). En María primó el amor por la consanguineidad. En
José primó el amor aunque no había consanguineidad.
Recordemos que Dios quiso encarnarse en una familia, no en
una familia aristocrática, no en una familia religiosa, no en una familia “bien
constituida”; lo hizo en una de tantas, como las nuestras, las de hoy en día.
Recordemos que Dios quiso encarnarse en una familia
“disfuncional” y que toda la vida de Jesús fue una opción preferencial por
aquellas personas y grupos que no encajaban en las normas legales y religiosas
y por eso eran excluidos.
Desde la IADC tenemos la obligación, desde una ética
evangélica, a incluir a todas las familias sin excepción, promoviendo los
vínculos amorosos entre sus miembros y denunciando todo tipo de abuso entre sus
miembros. Recordemos que familia es quien te quiere bien.
Buena semana para todos y todas.
+Julio, obispo de la IADC.
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