Los abajo adherentes, minitrxs de distintas iglesias y comunidades de fe abiertamente inclusivas, que apoyamos y acompañamos a nuestrxs hermanxs del colectivo de la diversidad sexo-genérica, queremos manifestarnos conforme al cumplimiento de las enseñanzas apostólicas. Conscientes de que “Dios no hace acepción de personas” (Hechos 10:34 - LBLA). Presentamos públicamente nuestra preocupación y repudio ante los hechos violentos acontecidos el pasado 28 de junio del presente en la Ciudad de Córdoba en el marco del Día Internacional del Orgullo LGBTI+.
Tales hechos fueron perpetrados por personas autodenominadas como “patriotas”, quienes bajaron arbitrariamente la bandera de la diversidad, izada por el Sr. Intendente Martín Llaryora de la ciudad junto a agrupaciones sociales, cumpliendo con lo dispuesto por la ordenanza N°23.280 del Honorable Consejo Deliberante de Córdoba, y sancionada con fecha 6 de Julio de 2017. No conforme con bajar la bandera, destruyeron la placa conmemorativa que inmortalizaba este hito cultural y social.
La violencia y odio con la que se actuó por parte de este sector anti-derechos, trajo consigo agresiones verbales, físicas y vandalismo, violando de esta manera los Derechos Humanos consagrados en la Constitución Nacional Argentina y en organismos internacionales, atentando así contra la democracia y la ciudadanía en el ejercicio de sus libertades y derechos conquistados.
A estos sectores que se definen como “nacionalistas”, “cuidadores” de los valores de la heterocis-normatividad, les decimos que en ese pabellón del orgullo flamean todas las dignidades, las cuales defenderemos siempre, porque queremos y luchamos por una vida plena y abundante.
(Juan 10:10).
Cabe destacar que no ha sido el único acto de este estilo. Situaciones similares se vivieron en Mar del Plata y otros puntos del país. El repudio de ciertos sectores de la ciudadanía al reconocimiento y respeto a la diversidad sexo-genérica demuestra que sigue vigente la violencia y la discriminación. Tristemente solapadas en expresiones “nacionalistas”, en pleno siglo XXI.
Como personas de fe no podemos desentendernos de estos hechos de violencia contra nuestrxs hermanxs. Estos actos son una afrenta grave a la dignidad de las personas y es nuestro mandato evangélico velar por la integridad, la inclusión y todos los derechos que le pertenecen a la comunidad LGBTI+, porque creemos en una Divinidad diversa y radicalmente inclusiva.
Exhortamos a las autoridades locales y organismos afines a tomar las medidas pertinentes a fin de esclarecer estos hechos y sancionar a los responsables. También solicitamos la generación de políticas públicas y mecanismos para erradicar las matrices discriminatorias y poner en funcionamiento las garantías constitucionales, en especial las que garantizan la no discriminación de todas las personas y la protección de los Derechos Humanos de la población LGBTI+.
Invitamos a nuestrxs hermanxs en la fe, y a todas las personas de buena voluntad, a unirnos solidariamente frente a estos atropellos. Les recordamos el mandato de cuidar de quienes son vulneradxs sistemáticamente y construir así el Reino donde todxs tengamos lugar, seamos respetadxs y podamos vivir con dignidad real. (Mateo 25:40). Así sea.
FIRMANTES
Los presentes adherimos:
+ Cristian Olivares, Presbítero, Iglesia Antigua Diversidad Cristiana, Argentina.
+ Noemi Farré, Pastora, Iglesia Metodista Diversa “Cristo de Todes” Argentina.
+ Matías López, Obispo, Iglesia Juan 15,14 “Amigos de Jesús” Argentina.
+ Esteban Marcos Gómez, Presbítero, Centro Cristiano Internacional “Anawin” Argentina.
+ Gabriela Guerreros, Obispa, Iglesia Antigua de las Américas, Argentina.
+ Diego M Buet, Pastor Adjunto, Iglesias de la Comunidad Metropolitana, Argentina.
+ Alfredo Carballo, Moderador, Iglesias de la Comunidad Metropolitana, Argentina.
+ Daniel Saumel, Diácono, Ministerio Libre, Argentina.
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