- El teísmo, como forma de hablar de Dios, es
ya cosa muerta.
Dios ya no puede ser comprendido con
credibilidad como un Ser, de poder sobrenatural, viviendo por encima de los
cielos y siempre preparado para invadir la historia humana para imponer su
divina voluntad. Por lo cual casi todo nuestro hablar sobre Dios de hoy día
no tiene ningún sentido, a no ser que encontremos una nueva manera de hablar
de Dios
- Si Dios ya no puede ser comprendido en
términos teísticos, el querer seguir entendiendo a jesús como la
encarnación de una divinidad teística se ha convertido en un
sin-sentido. Por lo cual la cristología de épocas pasadas ha hecho
"bancarrota".
- La historia bíblica de una perfecta y acabada
creación y la posterior caída en pecado de los hombres es una mitología
pre-darwiniana y un sin-sentido post-darwiniano.
- El nacimiento virginal, entendido
biológicamente, imposibilita la comprensión tradicional de la divinidad
de Cristo.
- Las narraciones de milagros del Nuevo
Testamento no pueden ser interpretadas en un mundo post-newtoniano como
acontecimientos sobrenaturales realizados por una divinidad encarnada.
- La cruz como sacrificio por los pecados es
una idea bárbara, fundamentada en primitivos conceptos de Dios, que ha
de ser abandonada
- La Resurrección es una acción de Dios, quien
elevó a Jesús al significado de Dios. Por lo cual no puede ser una
resurrección física ocurrida dentro de la historia humana.
- La narración de la Ascensión presupone un
universo a tres niveles: ya no es posible traducirla a una concepción
post-copernicana del espacio-tiempo.
- No hay ninguna norma externa, objetiva,
revelada, formulada en la Escritura o sobre tablas de piedra, que deban
regir nuestra conducta ética para siempre.
- La plegaria no puede ser una petición
dirigida a una deidad teística para que actúe dentro de la historia
humana de una manera determinada.
- La esperanza de una vida después de la muerte
ha de quedar separada de toda concepción de premio o castigo. Por lo
cual Iglesia no debe seguir apoyándose sobre la culpa para motivar una
buena conducta.
- Todos los seres humanos son portadores de la
imagen de Dios y han de ser respetados por aquello que cada uno es. Por
lo cual ninguna descripción externa, basada en la raza, en la etnia, en
el sexo u orientación sexual, puede ser usada como fundamento de una
discriminación o rechazo.
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