Comentarios a la Biblia Queer - Génesis (vigésima entrega)

La historia de José el soñador (continuación).
 
Comentarios Queer a la Biblia.

 GÉNESIS / BERESHIT
Autor: Michael Carden
Traducción: MCRP (Diversidad Cristiana)
 
 
Génesis 39. 1-4:

Cuando José fue llevado a Egipto, un egipcio llamado Potifar lo compró a los ismaelitas que lo habían llevado allá. Potifar era funcionario del faraón y capitán de su guardia. Pero el Señor estaba con José, y le fue muy bien mientras vivía en la casa de su amo egipcio. Su amo se dio cuenta de que el Señor estaba con José, y que por eso a José le iba bien en todo. Esto hizo que José se ganara la simpatía de su amo, que lo nombró su ayudante personal, y dejó a su cargo todo lo que tenía…

En este punto, se dice que José era “muy bien parecido y causaba buena impresión” (Génesis 39.6) Llamó la atención de la esposa de Potifar, quien le dijo:

-          Acuéstate conmigo.- (Génesis 39.7)

Los repetidos rechazos de José llevarán a que ella lo acuse de intento de violación y José fuera llevado a la cárcel, “donde estaban los presos del rey”. (Génesis, 39.20) En esa prisión, José desplegará sus talentos para la interpretación de los sueños, y esto le ganará la entrada en el servicio del faraón; será designado encargado de toda la tierra de Egipto (Génesis 41.14-46)

La esposa de Potifar ha sido utilizada como ejemplo de la “mujer vengativa y despechada…un modo de afirmar la inocencia y atractivo del hombre”, sobre el cual se proyecta todo deseo sexual, de modo que resulta una “manifestación del poder femenino para asustar al hombre” (Niditch 1992: 28) El falso cargo de intento de violación contra José, ha servido para para arrojar dudas sobre la veracidad de tales afirmaciones en la vida real, y apoya la noción de que la mujer realmente lo deseaba. Sin embargo, cuando se lee en términos de clase, entran a jugar otros factores. José puede verse como representante de la afirmación que hacen las servidoras domésticas, que están sujetos a acoso y abuso, sexual o de otro tipo, por sus empleadores. Más aún, en la Antigüedad, el amo de la casa tenía de derecho de acceso sexual a todos los esclavos, hombres o mujeres. Solo después que José fuera promovido a servidor personal de Potifar, habla el Génesis de su belleza. Para José, sin duda, es riesgoso tener sexo con la esposa de su patrón, pero rechazarla le produce como consecuencia la oportunidad de autonomía, de otra forma negada – no tiene derecho a rechazar a Potifar. La jerarquía de clase de la casa también se manifiesta en la afirmación que hace la mujer, en cuanto al intento de violación – en los manuscritos de Qunram esta mujer se llama Zulaika. Claramente, Zulaika no comparte el derecho de su esposo para tener acceso sexual a los esclavos; si así fuera, ella habría podido simplemente acusar a José de insubordinación.

Sin embargo, deseo sugerir otra manera de leer esta historia, basada en el hecho de que la prisión de José es la clave de su éxito posterior. En el Qumran, el faraón solo libera a José después de haber oído a Zulaika admitir que los cargos que había levantado contra él, eran falsos (Sura 12.51-3)  Como parte de su retractación, ella declara: “Esto (digo yo) a los efectos de que él pueda saber que yo nunca he sido falsa con él en su ausencia, y que Dios nunca guiará la trampa de los falsos” (Sura 12.52) Esta extraña afirmación está quizás detrás de las tradiciones islámicas posteriores, de un romance entre José y Zulaika, que resultó en su matrimonio, después de la muerte de Potifar. Deseo sugerir una perpsectiva alternativa, que José y Zulaika juntos inventan esta historia, a efectos de lograr que José salga de la casa de Potifar. ¿Por qué hace esto Zulaika? De acuerdo con la tradición Rabínica, como se halla en Pirke de Rabbi Eliezer XXXVIII, “la esposa de Potifar era estéril” (Fridlander 1916: 288) La esterilidad de Zulaika la hace ser representante del principio andrógino, como lo fueron Sara, Rebeca y Raquel antes que ella. Tanto en la tradición Rabínica como en el Qumran, Zulaika se adhiere al apoyo de las mujeres líderes, en su campaña para obtener que José sea llevado a prisión. Se los muestra a ellas y ellas se cortan las manos, diciendo: “¡este no es mortal! Es un noble ángel” (Sura 12.31) Presionan a sus esposos, para que José sea encarcelado. De acuerdo con el Qumran, Potifar no cree las acusaciones originales de Zulaika, considerando que el afeminamiento de José no es sorprendente. De acuerdo con mi lectura, entonces, Potifar y Zulaika están en un matrimonio de conveniencia, que a él le proporciona un alto estatus y Potifar desea mantener a José para él. Es a través de las acciones de Zulaika que José puede escapar, aunque sea a través de la prisión. Sin embargo, es solo a través de la prisión que llegará a oídos del faraón y así, cumplirá su destino. La tradición islámica, en cuanto a que José y Zulaika están enamorados y eventualmente se casan, la tomaré como un signo de su solidaridad y complicidad en toda esta empresa.

Miketz (41.1 – 44.17)

En prisión, José desplegará su talento para analizar los sueños, y es esta habilidad que eventualmente lo llevará a la atención del faraón. Citado por este para interpretar los famosos sueños de las siete vacas gordas que comían hierba y fueron comidas por las siete vacas flacas, José predice siete años de abundancia, seguidos por siete años de hambruna. Además, José sugiere que el faraón designe a alguien para supervisar todo Egipto, para manejar los recursos de la tierra y  asegurar la supervivencia a la hambruna. Impresionado, el faraón lo designa a José para esa tarea. Le da un nombre egipcio y lo casa con Asenat, la hija de Potifar y presumiblemente, de Zulaika. ¿Cómo puede Zulaika ser estéril y haber tenido una hija? Asenat es en realidad la hija de dina, concebida cuando Sequem la violara. En Pirke de Rabbi Eliezer XXVIII, se dice que los hermanos de Jacob la quieren muerta, en caso de que ellos tengan reputación de inmoralidad. El texto no es claro, si esto se refiere a Dina o a Asenat (el consenso de la tradición acepta que es la última), pero es Asenat la que toma Jacob y, colgando de su cuello un cartel que tiene el Nombre Divino, la abandona en el campo. Es rescatada por el Arcángel Miguel, quien la lleva a la casa de Potifar, donde crecerá como la hija de Zulaika. (Friedlander 1916: 287-8) Esta historia revela que ambos, el padre de José y sus hermanos han incorporado totalmente los valores patriarcales – en el mundo antiguo, el padre tenía poder de vida y muerte sobre los niños recién nacidos, y la exposición a la muerte de los niños no queridos, era una práctica común. Como resultado de la intervención celestial, Asenat unirá a la andrógina estéril Zulaika con el linaje de trasgénero y andróginas mujeres estériles, de las cuales el mismo José ha nacido.

Sin embargo, en el caso de José, el Génesis no proporciona las intervenciones divinas. En su lugar, él debe confiar, tanto en la asistencia y la bondad de los demás, como en sus propios talentos y habilidades. De esta manera, se ha elevado a ser – bajo el faraón – gobernador de todo Egipto. Representa al “queer” huido, que llegó más allá de sus mayores sueños, en la gran ciudad. A pesar de tal éxito, todavía queda la familia para luchar con ella, pero ahora José está en una posición en la que puede enfrentar su antigua pena. La hambruna ocurre no solo en Egipto, sino también en Canaán. Jacob envía a los hermanos de José a Egipto, para buscar alimento, pero mantiene detrás a Benjamín.

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