La expulsión de las mujeres (Esdras 9-10): La feminización de lo diferente y de lo débil en la cultura patriarcal



 Autor: Julio Vallarino

Las tipologías de mujeres en el mundo bíblico fueron creadas por hombres, no cualquier hombre sino hombres de un grupo selecto: escribas y sacerdotes. Un grupo que en la medida que residía en Jerusalén y estaban en un estado teocrático, era muy poderoso. Poder asociado a religión (= sacerdotes) y asociado a política (= estado teocrático). Este grupo visualiza a la mujer de una determinada manera que queda plasmada en sus escritos; sin embargo, esas tipologías no siempre corresponden a la realidad: María la profetiza, Débora, Jael, Sara, Rut, Abigail, Ester, Judit, trascendieron la "otredad", el peligro de “el otro” o “la otra” femenino, no fueron sumergidas en el silencio y la invisibilización, no fueron anónimas. Me pregunto sobre la razón:

- falló el sistema de censura y lograron "filtrarse" por las grietas del patriarcado en los textos bíblicos?

- tuvieron tanto poder y tanta influencia que no lograron ser silenciadas e invisibilizadas?

- fueron útiles al patriarcado y por tanto propuestas como modelos de éste?

Esdras 9-10 narra la historia de destierro de las mujeres en el Israel post exílico. Mujeres sin nombre, sin identidad, sin historias, sin presente, sin futuro. Como todo texto sagrado, es la reflexión de un colectivo a partir de su experiencia de fe,  en determinado contexto:

Ø  político (= cambia el imperio de turno, de Babilonia a Persia y retornan los deportados)

Ø  económico (= quienes retornan no eran pobres, pertenecían a familias influyentes de la Jerusalén pre exílica: familias sacerdotales, miembros de la familia real, artesanos, la clase aristócrática; pero quienes residían en Judá y Jerusalén eran los pobres: campesinos, mujeres, niños, quienes no valían nada para el imperio babilónico y por eso los dejaron en la tierra devastada por la guerra; eran sobrevivientes a la invasión y a la pobreza en todas sus expresiones)

Ø  cultural (= los retornados eran israelitas que habían resistido a la influencia del imperio babilónico, habían reelaborado su fe, de hecho se ponen por escrito en ese período las grandes tradiciones orales de la historia de Israel como forma de mantener viva la fe y transmitir la cultura; quienes se quedaron, generalmente iletrados y sin dirigencia política y religiosa seguramente fueron influidos culturalmente por los pueblos vecinos y por las tropas invasoras)

Ø  social (= los retornados regresan con el apoyo del nuevo imperio de turno, Persia, no solo es un apoyo moral sino material, económico; quienes se quedaron lo hicieron en campos y aldeas devastadas por la guerra, seguramente con pocas personas para trabajar porque en la deportación pesaba la mano de obra).

Es el relato de la experiencia de fe de los retornados, no necesariamente es objetiva, seguramente está idealizada y tiene una intencionalidad: crear una identidad al grupo que retorna, una identidad que se fue gestando en los años de reflexión exílica. Bajo la inspiración del éxodo y la conquista de la tierra prometida se gesta una nueva historia de éxodo hacia la tierra de la promesa para ser reconquistada, esta vez desde Babilonia y de conquista, no ya de los pueblos cananeos sino de sus paisanos y paisanas que habían quedado (= los pueblos de la tierra), especialmente las mujeres y sus hijos.

Desde nuestro contexto, se puede intuir:

Ø  una conquista de la fecundidad traducida en conquista de la tierra y conquista de las mujeres. No solo se somete y domina la tierra sino también los vientres de las mujeres según el mandato creacional  de Gn 1,28

Ø  una idealización de la masculinidad, masculinidad de quienes retornaron no de quienes se quedaron,

Ø  una visión amenazante de la feminidad al grado de expulsar a las mujeres y sus hijos

¿Cómo era la situación real de las mujeres en ese contexto, cuánto participaban en la vida socio política y cultural, cuánto poder tenían, real o simbólico, que hubo que crear textos silenciándolas y llegar a la decisión de expulsarlas del país? ¿Dónde residía el poder amenazante de las mujeres? ¿Quiénes son hoy los pueblos de la tierra, la amenaza para el patriarcado machista? ¿en qué consiste esa amenaza y que alcance real o simbólico tiene? (Pienso en la población gltb, especialmente en las personas trans, donde también se cruza el sexo y el género, lo masculino y lo femenino).

De una nueva lectura surgen nuevas reflexiones sobre el texto. Sabemos que el destierro fue en tres etapas (597, 587 y 582 aC) y que los desterrados en primera instancia por lo menos, era personas influyentes (familia real, sacerdotes, profetas, es decir, el poder político y religioso). El regreso se produjo a partir del 538 aC con el edicto de Ciro, 59 años después de la primera deportación y 44 años de la última. Muy difícilmente retornaron quienes fueron deportados. Estamos hablando de una segunda y tal vez una tercera generación de descendientes de israelitas nacidos en Babilonia.

Si las mujeres no eran valiosas segurmanete no fueron muchas deportadas. Entonces ¿con quienes se casaron los israelitas en Babilonia?

Por otra parte, quienes quedaron en Judá y Jerusalén, devastadas por la invasión y la guerra, fueron los que no eran útiles para el imperio babilónico: los pobres, los agricultores, los ancianos, las mujeres y los niños/as. Estos sí pudieron haber mantenido la pureza de la raza, hipotéticamente, claro. Habían algunos hombres y muchísimas mujeres. No era necesario que los hombres judíos se casaran con mujeres de pueblos cercanos. Claro que se pudieran haber mezclado, las tradiciones comenzaban a debilitarse luego de tantos años sin las instituciones normatizadoras: el poder político y el poder religioso..

¿Qué hizo realmente que los retornados se ensañaran con las mujeres que residían en Jerusalén y Judá? Y si estas mujeres hubieran venido con parte de los retornados ¿por qué hacerlas viajar tanto para luego expulsarlas? ¿por qué no dejarlas en Babilonia?

Ciertamente en estos tiempos también quienes ejercen el poder arremeten contra quienes no tienen poder, que aún siguen siendo las mujeres: feminización de la pobreza (son más las mujeres pobres que los hombres pobres), feminicidios (son más las mujeres asesinadas por violencia de género que los hombres), prisión por aborto (las mujeres van presas no los hombres que las embarazaron), planificación familiar (son los hombres = poder médico, poder religioso, poder político quienes se oponen; delito, pecado y anormalidad son definidos por hombres sobre las mujeres).

Pero es extensible a otros colectivos: la población gltb por ejemplo. Colectivo que es feminizado: maricón, mariquita, marimacho, puto, traba, torta, todos términos que descalifican, denigran, discriminan, excluyen, oprimen, impuestos por el sistema patriarcal, a quienes el sistema religioso, muchas iglesias cristianas califican como personas abominables, pervertidas, peligrosas, enfermas.

Lo diferente, “el otro” o “la otra” en la medida que no se ajusta a la normatización de la cultura patriarcal, sino que su propia existencia la desafía es percibida como elemento peligroso al que hay que apartar, silenciar, invisibilizar. Como los israelitas regresados del destierro expulsando a las mujeres, actualmente algunas iglesias expulsan a la población gltb feminizándola, poniendo en boca de Dios un discurso masculino machista y patriarcal.


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