Secretos de familia: la historia de Tamar (2 Samuel 13)
Introducción
La
historia de Tamar (2Sam 13) muestra la situación de la mujer y del varón del
siglo X aC en un contexto socio cultural específico: el pueblo de Israel bajo
la monarquía de David, donde se estaba consolidando esta estructura de
gobierno, pero que no dejó de ser un período de transición entre la época de
los jueces, donde tenemos indicios claros que la situación de la mujer era
diferente (Jueces 4,1 – 5,31) y la monarquía consolidada y en todo su esplendor
de Salomón.
De la
lectura del texto surgen unas primeras preguntas ¿cómo era antes de que se
estableciera el patriarcado? ¿qué hizo que surgiera y se sostuviera en el
tiempo? ¿qué intentos de resistencias surgieron en el mundo bíblico?
I.
Análisis
del texto
En
esta primer parte del trabajo se aplica la herramienta “cruces metodológicos”
integrando la metodología bíblica con perspectiva de género y la metodología de
análisis de género transversal y sistémico.
1.
Estudio
del texto – Crítica a la ley natural
1.1.
Algunas
palabras claves
Resulta
interesante como el hagiógrafo va presentando palabras en oposición que
vinculan a Amnón con Tamar. En primer lugar Amnón ama para luego aborrecer y
actúa en función de sus sentimientos e impulsos no teniendo en cuenta a Tamar:
ü Se enamoró de ella Amnón hijo
de David (versículo 1)
o
Amón la aborreció
(versículo 14)
En
segundo lugar manifiesta explícitamente el deseo prohibido pero lo oculta
expresando que ama a la hermana de su hermano, casi justificando lo que iba a
realizar; sin embargo, cuando ya tenía la trama armada plantea a su padre David
que “su hermana” le visite, alejando toda sospecha y ocultando su verdadera
intensión. De esta forma, Amnón manipula la situación para obtener el objeto de
deseo: su hermana Tamar.
ü Amo
a Tamar la hermana de Absalón mi
hermano (versículo 4)
o
Que venga Tamar mi hermana (versículo 6)
En
tercer lugar se presenta seductor y amable con la finalidad de lograr su
propósito. Cuando Tamar contradice su deseo actúa por la fuerza. Cuando
satisface su deseo sexual la expulsa fuera de la casa, con todo el simbolismo
que esto tiene en el mundo femenino; el hogar es el lugar de la seguridad, de
la contención y de la protección, el mundo que manejan las mujeres; afuera es
el mundo de la inseguridad, de la indefensión, de las amenazas, lo desconocido
para las mujeres.
Otra
cosa significativa en esta escena de la historia es que ya no la “hermana” sino
“esta”. El vínculo fraterno desaparece para cosificar a Tamar, como objeto a su
disposición una vez que la violó satisfaciendo su deseo la descarta.
ü Ven acuéstate
conmigo hermana mía (versículo 11)
o
Levántate y
vete (versículo 15)
o
Échame a ésta
fuera de aquí (versículo 17)
Una
pregunta que queda pendiente es si la expresión “hermana mía” fue planteada en
cuanto que tenían al mismo padre o por el contrario, tenía un sentido erótico
como en el Cantar de los Cantares (4,9; 5,2; etc).
1.2.
Los personajes:
ü Amnón
es el heredero al trono de Israel. Un hombre joven, fuerte, dominante, viril,
apasionado (ama / aborrece). Pudiendo poner su deseo en otras mujeres lo hace
en su medio hermana, Tamar que siendo virgen hacía imposible la satisfacción de
su deseo sexual con ella. Esta situación le producía frustración y angustia.
Aunque legalmente existía la prohibición de mantener relaciones sexuales entre
hermanos (Lv 18,6.9.11; 20,17; Dt 27,22) su preocupación era que no se pudiera
comprobar.
ü Yonadab
era primo de Amnón. Un hombre cínico y de intrigas. Sugiere a Amnón la forma de
llegar hasta Tamar (versículo 5), sabía del plan de Absalón para vengar a su
hermana Tamar pero lo mantuvo oculto (versículo 32), confirma ante David la
información que poseía y de la que hizo uso en su momento (versículo 35).
ü David
víctima de la conspiración de su sobrino Yonadab y de su hijo Amnón. Protector
de su hijo abusador e indiferente ante su hija abusada (versículo 21).
Temeroso, casi débil frente al rumor del exteminio de todos sus hijos
(versículos 30-31) lo que pondría fin a la dinastía davídica ya que las hijas
no tenían posibilidades de heredar el trono.
ü Absalón
hermano de Tamar es presentado como el que silencia a Tamar para que no cuente
lo sucedido, minimizando lo acontecido y la recibe en su casa (versículo 20).
No enfrentó a su hermano, supongo que porque no había testigos, sucedió en lo
privado del hogar de Amnón, sin embargo, planeó y realizó la venganza dando
muerte al violador (versículos 23-29).
ü Tamar
es descrita como una mujer viviendo en un contexto patriarcal de hegemonía
claramente masculina. Siendo hija del rey (versículo 1) sirve a su hermano
Amnón (versículo 8). Ante la insinuación de su hermano resulta extraño que
Tamar no recurriera a las Escrituras (Lv 28; Dt 27) sino a la costumbre de
Israel (versículo 12), más extraño aún la sugerencia a Amnón de pedir a David
que fuera entregada en matrimonio, por lo que supongo, sería la forma de
explicitar lo implícito y obtener la protección paterna / real. Esta actitud la
muestra como una mujer que no acepta el poder, real y simbólico, de su hermano
para someterla, sin embargo su voz no es escuchada y su historia finaliza con
el refugio en casa de Absalón, invisibilizada por el sistema.
1.3.
Cosmovisión
El
texto plantea claramente ya instalada una matriz patriarcal en la sociedad y la
cultura judía de la época. La ideología cultural muestra el lugar cultural del
varón: impunidad, poder, complicidad varón – varón y el lugar cultural de la
mujer: cosificada. Las instituciones mediatizadoras de la cultura de la
cultura reproducen los valores
diferenciados y subordinados relacionados al varón y a la mujer (ni el
gobierno, ni la familia defienden a Tamar y ambas instituciones protegen
directa o indirectamente a Amnón). Las representaciones de ambos sexos están
claramente establecidas y opuestas: poder – sumisión, sujeto – objeto,
protección – desprotección, protagonismo – vulneración. El relato deja ver
claramente el valor de lo masculino con todos sus atributos: poder, fuerza,
virilidad frente al valor subordinado y limitado a lo doméstico de lo femenino.
Todos estos aspectos contribuyen a la formación de las identidades de género y
a los roles asignados a cada una de las personas, bien sea varón o mujer.
Concluimos
que la cosmovisión en el texto nos permite comprobar una hegemonía cultural
androcéntrica (dominio del varón sobre la mujer) y adultocéntrica (dominio de
los adultos sobre los jóvenes, en el caso estudiado, Tamar era menor a David,
Amnón y Absalón).
1.4.
Instituciones
a)
La
familia:
El
relato es protagonizado por integrantes de la familia real:
ü Padre
(David)
ü Hijos
(Amnón y Absalón)
ü Hija
(Tamar)
ü Sobrino
(Yonadab)
Las
relaciones entre Absalón y Tamar son de hermanos de madre (Maacá) y padre
(David).
Las
relaciones entre Amnón, cuya madre es Yezrael y Absalón y Tamar es de hermanos
por parte de padre (David).
b)
La monarquía:
El
sistema de gobierno que acaba de instalarse en Israel con Saúl y David es
puesto en peligro por la muerte del primogénito (Amnón) y el rumor de la muerte
del resto de los herederos (versículos 30-31).
c)
El
matrimonio:
Regulado
por la ley de Moisés (Lv 28, Dt 27)
Las
tres instituciones: familia – matrimonio – monarquía se encuentran
transversalizadas por el sistema patriarcal imperante.
1.5.
Diferenciación
sexual polarizada:
Amnón (varón) Le
es permitido llevar una vida sexual activa fuera del matrimonio (versículo 2).
Tamar (mujer) Por
ser mujer soltera debía mantenerse virgen (versículo 2)
Amnón (varón) Hijo
de David. Príncipe heredero al trono al cual se le debe servir.
Tamar (mujer) Hija de David. Princesa a la cual se le asignan tareas
domésticas, cuidar y cocinar (versículos 5-6).
Amnón (varón) Sujeto
de derecho (protagonista de sus acciones)
Tamar (mujer) Objeto
de servicio (versículo 7); sexual (versículos 11-14); que debe ser protegido
(versículo 19), que debe ser vengado (28-32).
Amnón (varón) Vive
en su propia casa (versículos 6 y 17)
Tamar (mujer) Vive
subordinada a varones: primero a su padre David (versículo 7) y luego a su
hermano Absalón (versículo 20).
Amnón (varón) La
violación no tiene consecuencias en su vida (versículo 21)
Tamar (mujer) Se
produce un desplazamiento del status social de Tamar a partir de la violación.
La princesa que es forzada a mantener relaciones sexuales y perder su
virginidad pasa a ser deshonrada (versículo 13), desprotegida (versículo 15),
humillada (versículo 19) frente a la impunidad de su hermano protegido por el
padre (versículo 21)
El
relato se desarrolla en un contexto socio cultural androcéntrico con un claro
dominio del varón, quien controla y dispone de la mujer. Es un varón (Amnón)
quien desea poseerla sexualmente (versículo 2). Es un varón (Yonadad) el que
trama la situación (versículo 5). Es un varón (David) quien ordena que Tamar
sirva a Amnón (versículo 7). Es un varón (Amnón) quien primero intenta
seducirla (versículos 10-11) para luego someterla por la fuerza (versículo 14).
Es un varón (Absalón) quien la recibe deshonrada en su casa, si bien le da
protección quita importancia a la violación encerrándola en el silencio del
familiar (versículo 20). Es un varón
(David) quien sabiendo lo sucedido protege al agresor y no a la víctima,
doblemente responsable, como padre y como gobernador (versículo 21).
II.
Contextualización
del texto
Resulta
sorprendente que a pesar de la distancia temporal, treinta siglos, estas
situaciones no resultan extrañas en nuestro contexto latinoamericano y
uruguayo, ciertamente no igual en todos los países, con una importantísima
influencia judeo cristiana como transmisora de creencias, valores y mitos. Esta
influencia se manifiesta claramente en la asimetría de poder entre el hombre y
la mujer, en los roles estereotipados de lo masculino y femenino, en la
permanencia del patriarcado como estructura reproductora de la cultura que
permea las diferentes instituciones: educación, salud, justicia, religión y familia,
entre otras.
Recientemente
salió a luz a través de la prensa televisiva una situación de incesto que se
venía perpetuando a través de los años en una localidad al norte del país. Un
hombre mantenía relaciones sexuales con sus dos hijas, la mayor ya había tenido
varios hijos de su padre. Si bien la situación se había denunciado desde los
vecinos, esta denuncia no fue tomada ni por el sistema de salud ni por el
sistema judicial, ni ratificada por la hija mayor. Al quedar embarazada la hija
menor, testigo además de las reiteradas violaciones a su hermana desde hacía
años, denuncia en el centro de estudios la causa de su embarazo y esta vez se
produce una ruptura en la complicidad del sistema actuando la justicia y
procesando con prisión al padre de ambas.
Si
bien, que el hombre vaya a la cárcel no soluciona del daño emocional,
psicológico y biológico producido en estas dos mujeres jóvenes y en los hijos e
hijas de ellas, se pone en juego los mecanismos de protección que durante
tantos años fallaron. Sin lugar a dudas el detonante fue la resistencia al
sistema patriarcal de la hija menor que pudo verbalizar y denunciar la
situación.
Algunas conclusiones
Tanto
en el caso de Tamar (versículo 13) como en el de esta hija menor presentaron
resistencias al sistema, la primera intentando visibilizar la acción que se
estaba gestando en lo secreto, la segunda haciendo público lo que venía
perpetrándose durante años. En ambas mujeres se observa un proceso de auto
identidad que busca alterar el silencio y la complicidad familiar.
La
deconstrucción y decolonización cultural que parte del imaginario cultural (=
macrosistema) atravesando distintas capas hasta llegar a la familia (=
microsistema) es un gran desafío, pues todos y todas somos producto de este
sistema androcéntrico y adultocéntrico sostenido por el patriarcado, sin
embargo, las brechas del propio sistema nos permiten visualizar
transformaciones posibles si las utilizamos para ganar espacio – poder en
relación a la cultura dominante.
Desde
la perspectiva bíblico teológica es necesario establecer la sospecha
hermenéutica, leerlo desde una hermenéutica liberadora, sabiendo que fue
transmitido por generaciones y redactado en una cultura patriarcal.
“… como el parásito de la película Alien, los mecanismos de
interpelación provocan identificaciones y adhesiones que nutren al alienígena
que portamos, incluso si a la postre logra darnos muerte. Pocos son los cambios
y modificaciones permitidos para posibilitar la continuación histórica de las
instituciones ideológicas de conocimiento que, desde luego, no pueden
sobrevivir históricamente sin un mínimo grado de adaptabilidad o
progreso” (Althaus-Reid).
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