Estudio Bíblico sobre Mt 11,28-30 Presentación.
A partir de esta semana comenzamos a compartir el Estudio Bíblico que estamos realizando junto a la comunidad Diversidad Cristiana de Montevideo.
Mt.
11,28-30:
“Una
buena noticia para personas oprimidas y excluidas”
- Aproximación a un Estudio Histórico Crítico –
Autor Julio Vallarino
PRESENTACION
“Una buena noticia para personas oprimidas y excluidas” es una
aproximación a un estudio histórico crítico, influenciado por mi opción de
seguimiento a Jesús en mi comunidad y en el pueblo. Refleja la experiencia
cotidiana de cuarenta años como militante cristiano y treinta años junto a los
sectores populares y los grupos excluidos de nuestra sociedad uruguaya, como
militante social promoviendo los Derechos Humanos.
Tiene por
finalidad compartir una buena noticia
con las personas oprimidas y excluidas de nuestro continente. Una sociedad y
una cultura que está fragmentada entre unas pocas personas que tiene mucho (Mc.
10,17-22) y una mayoría de personas que oprimidas y excluidas tienen muy poco o
nada (Mc. 12,41-44).
La
concentración de la riqueza en unas pocas personas –sin pretender hacer un
análisis socioeconómico- tiene como consecuencias: la acumulación de bienes y
acceso a los servicios en los sectores de poder, concentrando salud, educación,
vivienda, cultura, tiempo libre, participación social, es decir, aquellos
satisfactores que hacen que una persona tenga vida digna y la acumulación de
carencias de los mismos satisfactores en los sectores oprimidos y excluidos. Basta consultar los informes de CEPAL,
UNICEF, PNUD para verificar la brecha cada vez mayor entre los sectores
enriquecidos y los sectores empobrecidos de la sociedad y las consecuencias
alarmantes que ello produce. Estos
sectores oprimidos y excluidos en nuestra sociedad no se caracterizan
únicamente por la acumulación de carencias en el plano estrictamente económico,
unos son silenciados o inmovilizados, otros invisibilizados o discriminados,
algunos apartados o culpabilizados por los sistemas de poder. El sistema de
poder utiliza diversos mecanismos de disciplinamiento y control social hacia
sectores o grupos de la sociedad; por ejemplo: los niños y las niñas, las
mujeres y las personas empobrecidas no tienen voz y muy pocas posibilidades de
expresión; los grupos de campesinas y campesinos que se organizan en torno al
reparto y tenencia de tierras improductivas, los grupos de pequeños productores
y pequeñas productoras rurales que no cuentan con medios para organizarse,
mejorar el sistema de producción y de comercialización, las poblaciones de los
asentamientos irregulares no cuentan con mecanismos para su organización y
promoción, estos grupos están paralizados, imposibilitados de movilizarse
socialmente en defensa de sus derechos; las personas en situación de calle,
fundamentalmente hombres, los niños y las niñas que suben a los ómnibus a
vender o a mendigar, generalmente son invisibles a los ojos del resto de las
personas, se pasa junto a una persona durmiendo en la calle sobre cartones y
tapada con bolsas de nylon sin verla, en el ómnibus se mira por la ventana o se
baja la cabeza en señal de estar durmiendo para no ser molestado o molestada;
son discriminadas las personas negras, las homosexuales, las ancianas, las
extranjeras no turistas, los niños y las niñas repetidores o desertores en el
sistema de educación primaria, las embarazadas adolescentes en el sistema de
educación secundaria, las y los jóvenes pobres en el sistema de educación
terciaria y a la hora de acceder al mercado laboral, las personas que ejercen
la prostitución, las personas con capacidades diferentes; son apartadas las
personas adultas mayores en “hogares para ancianos”, las enfermas mentales en
“centros de salud mental”, los y las adolescentes infractores e infractoras a
la ley penal en “centros de rehabilitación”; las personas en situación de calle
en “refugios”; son culpabilizadas las personas consumidoras de alcohol y otras
drogas, es penalizada la pobreza (el sistema carcelario en general está
dirigido a la población pobre), en algunas religiones: las personas
divorciadas, las que han practicado abortos, las parejas del mismo sexo, las
personas que cuestionan lo establecido por tradición. Estos son algunos de los
grupos o sectores de la sociedad que junto a las personas empobrecidas están en
situación de opresión y exclusión.
En esta sociedad continental fragmentada,
muchas personas están angustiadas y preocupadas. No están pudiendo desarrollar
en sus vidas y en su historia un proyecto humanizador. Las discípulas y los
discípulos de Jesús, más allá de las denominaciones cristianas o de la tradiciones
a la que pertenezcamos, tenemos un envío al mundo encomendado por el propio
Jesús:
“Al ver a la gente, sintió compasión de ella, porque estaba cansada y
abatida, como ovejas que no tienen pastor. Dijo entonces a sus discípulos y sus
discípulas: —Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores y las
trabajadoras escasean. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande
trabajadores y trabajadoras a recogerla” (Mt. 9,36-38).
En esta perícopa el hagiógrafo se
refiere a las discípulas y los discípulos de Jesús, no a los apóstoles, de
hecho una sola vez aparece en el Evangelio de Mateo el término apóstol (Mt.
10,2) y cuando quiere referirse a ellos siempre lo hace con la expresión “los
Doce…” (cf Mt. 10,1-4; 11,1; 19,28; 26,20).
Este
envío es un mensaje de consuelo y de esperanza, de descanso y de alegría. Jesús
nos propone anunciar una buena noticia, tan buena que para anunciarla toma
elementos del Jubileo del Perdón y de la Liberación (Lv. 25: el año santo) una práctica que
había quedado enterrada y en desuso en la historia de Israel, una buena noticia
que es presencia y anticipo del Gobierno de Divino en la historia.
Para desentrañar esa buena noticia utilizaremos como
instrumento el método histórico crítico aplicado al texto de Mt. 11,28-30. Una
perícopa que como veremos más adelante es propia de Mateo ya que ningún otro
evangelio canónico la cita. La misma es citada en uno de los Evangelios
Apócrifos: “-Dijo Jesús: «Venid a mí,
pues mi yugo es adecuado y mi dominio suave, y encontraréis reposo para
vosotros mismos»-“ (Evangelio de Tomás: 90).
El punto
de partida de este estudio bíblico fue un primer ensayo del año 2008; que actualmente,
junto a algunos miembros de la comunidad presencial lo iremos realizando,
revisando y enriqueciendo para compartirlo con al resto de la comunidad
presencial y a la comunidad virtual.
Domingo de la Ascensión.
Uruguay, 2015.
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