Domingo de Epifanía
Domingo 3 de enero
Comienza el Tiempo de la
Epifanía que se extenderá hasta el inicio de la Cuaresma.
Ciclo C – Mt 2,1-12
1. El texto en su contexto
El relato de la llegada de
los sabios, magos o reyes a Belén, es propio de Mateo, no lo encontramos en el
resto de los evangelio. Belén (versículo 1) era la ciudad donde había nacido el
rey David, estaba ubicada a poca distancia de Jerusalén, la ciudad santa (1Sam
16,1 cf Lc 2,4-7).
El relato nos ubica en la
temática de la realeza; dos reyes bien diferentes. Herodes era rey de Judea,
sin embargo era extranjero por lo que el pueblo lo consideraba ilegítimo (Dt
17,15); Jesús en cuanto descendiente de David era un sucesor legítimo al trono
(Am 9,11; Ez 37,24; Jr 30,9; 33,15). La existencia de Jesús ponía en riesgo la
permanencia de Herodes como rey. Herodes, llamado también el Grande fue rey de
los territorios de Israel que estaban bajo el dominio del imperio romano;
gobernó desde el año 37 al 4 aC. Fue padre de Arquelao (Mt 2,22), de Herodes
Antipas (Mt 14,1) y de Filipo (Lc 3,1). Esta referencia a Herodes el Grande,
ubica el nacimiento de Jesús entre los años 6-5 aC.
Unos magos orientales, que
la tradición luego dirá que eran reyes, pero literalmente significa astrólogos,
que según Mateo conocían las profecías judías (cf Num 24,17) llegan a Belén
para rendir culto al heredero de David llevando el tributo de los paganos (Is
60,6; Zac 8,20-22; Sal 72,10-15; 102,13), significando el reconocimiento de
Jesús como Mesías por parte de los pueblos paganos. Estos astrólogos habían
visto su estrella (vesículo 2 cf Num 24,17) y se habían puesto en camino.
La presencia y el mensaje de
estos hombres preocupó al rey Herodes, ya que la presencia de un descendiente
de David con derecho sucesorio al trono ponía en riesgo su reinado y también
ponía en riesgo los favores que la clase alcahueta, que nunca falta cuando hay
poder, recibía de los invasores romanos (versículo 3).
El versículo 4 demuestra la
ignorancia, tanto de Herodes como de sus cortesanos respecto de las
expectativas mesiánicas de Israel. Son los expertos en la Ley, jefes de los
sacerdotes y maestros de la ley quienes interpretan las profecías (versículo 5
cf Miq 5,1; 2Sam 5,2). Herodes no pretendía reconocerle su dignidad superior
sino que buscaba tener toda la información necesaria para eliminar cualquier
posible oposición (versículo 8 y 12).
Los magos retoman el camino
hacia Belén (versículo 10). En esta tradición bíblica de los relatos de la
infancia, tiene un rol preponderante la madre del rey (versículo 11 cf Sal
45,10; Miq 5,2).
2. El texto en nuestro contexto:
Es necesario, que como
discípulas y discípulos del Maestro, interpretemos las Escrituras para nuestro
tiempo (Mt 13,52) sacando las enseñanzas que necesitamos para consolidarnos en
la fe en medio de los actuales desafíos.
Una primera línea de
reflexión son los personajes: el rey Herodes y sus seguidores, los jefes de los
sacerdotes y maestros de la ley, los magos.
El rey Herodes es figura de
las personas ambiciosas e inescrupulosas. Están en un lugar que no les
corresponde. Ejercen una función que no les es propia. Sin embargo, hacen todo
lo posible y pretenden hasta lo imposible para mantenerse en ese lugar e
intentar seguir escalando aunque eso implique aniquilar a quienes se les opongan.
Basta echar una mirada a los partidos políticos, para encontrar personajes como
el rey Herodes el Grande.
Los jefes de los sacerdotes
y maestros de la ley son figura de la clase religiosa que sirve a estas personas ambiciosas e inescrupulosas. Dentro
del sistema religioso existen corrientes sanadoras, liberadoras e inclusivas
pero también conservadoras y fundamentalistas que no quieren perder privilegios
y están dispuestas a lo que sea necesario, utilizando las Escrituras, para
mantener su statu quo; siempre dispuestas a vulnerar derechos humanos y
dignidad humana con tal de conservar lo que tienen. Basta echar un vistazo al
mundo religioso de nuestro entorno para identificarles en los medios de comunicación
masivos, en las bancas del Parlamento, en los encuentros políticos, en cargos
municipales, justamente de aquellos partidos políticos que responden a los
intereses de las clases dominantes y no a los del pueblo, aunque toman
elementos que luego se transforman en discursos populistas.
Los magos son figura de
aquellas personas que el sistema político y el sistema religioso han dejado
fuera. En el evangelio de Mateo representaban a los no judíos, a los paganos,
los malditos por Dios, los que un día doblarían sus rodillas ante el poder y el
templo (Is 60,6; Zac 8,20-22; Sal 72,10-15; 102,13). Basta echar un vistazo
para identificar a estas personas excluidas del espacio sagrado; juzgadas,
condenadas, demonizadas e invisibilizadas por el sistema religioso. Sin
embargo, Dios se les manifiesta fuera del tempo, fuera del sistema religioso, sin
mediadores o intermediarios; Dios se les manifiesta en la cotidianidad de la
vida, en el encuentro de la madre con un niño.
Una segunda línea de
reflexión es el mensaje en sí mismo. El sistema político representado en
Herodes y el sistema religioso representado en los jefes de los sacerdotes y
maestros de la ley que se privaron de la manifestación de Dios, por quedarse
instalados esperando que Dios actuara como ellos esperaban. Sin embargo, las
personas excluidas del sistema político y religioso experimentaron la
manifestación de Dios porque se desinstalaron, se pusieron en camino, se abrieron
a la posibilidad de la búsqueda de la esperanza.
La Iglesia Antigua –
Diversidad Cristiana reconoce las trabas que el sistema religioso pone a las
personas para que estas vivan felices y tengan una vida plena (Jn 10,10) por
eso nos comprometemos en la denuncia de todas aquellas acciones que
culpabilizan, que discriminan y excluyen; asumiendo el compromiso de anunciar a
los hombres y mujeres del siglo XXI que “Dios no hace diferencia entre las
personas” (Hch 10,34). Se manifiesta a quien le busca sin importar el lugar. Se
manifiesta sanando, incluyendo y dignificando.
Buena semana para todos y
todas +Julio.
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