Las Mujeres en la Iglesia Apostólica
Introducción
El
presente trabajo responde a las exigencias del curso “Las Mujeres en la Biblia”
que tuvo por objetivo indagar en la construcción de género bíblica y su
incidencia en la historia de la iglesia cristiana. Sin embargo, pretendo
también realizar una revisión de mi práctica pastoral en la Iglesia Antigua de
Uruguay – Diversidad Cristiana a la luz de los aprendizajes realizados, en el
entendido que nuestra experiencia eclesial puede ser un aporte al contexto
eclesial actual.
Consta
de una introducción donde se reseña brevemente dos aspectos: las mujeres en el
Antiguo Testamento y las mujeres en el Nuevo Testamento, para dar paso al
trabajo en sí: las mujeres en la Iglesia Apostólica, para lo cual desarrollamos
tres perfiles: Febe, Junia y Priscila
En
el Antiguo Testamento, las mujeres eran consideradas propiedad de los hombres y
quedaban circunscriptas al espacio de “lo privado” (Ex 20; Dt 5). Su valor
social dependía de dos aspectos: su calidad productiva y su calidad
reproductiva; donde la esterilidad era atribuida siempre y en todos los casos a
la mujer y no al hombre (Gen 11,30; 25,11; 29,31; Jue 13,2; 1Sam 1,5), la cual
podía ser repudiada sin protección legal alguna y sin motivos claros (Dt
24,1-3; Eclo 25,26), sin embargo ellas no podían pedir el divorcio. A pesar de
esta situación de subordinación, podemos reconocer algunas mujeres que
desafiaron al sistema patriarcal imperante: Tamar (Gn 38), Débora (Jue 4-5),
Jezabel (1 y 2 Re), Ruth (libro de Rut), Esther (libro de Esther).
En
el Nuevo Testamento, el movimiento cristiano funcionó como una contracultura en
el medio de una sociedad patriarcal. Contamos con variados testimonios que dan
cuenta del rol de la mujer en la Iglesia Apostólica; tal vez la Carta a los
Romanos es la que aporta mayor información. Febe es quien lleva la carta a las
iglesias de Roma y en los saludos, Pablo menciona a veintiocho personas entre
las cuales se encuentran seis mujeres solas: María (v 6), Trifena y Trifosa (v
12 a), Péside (v 12 b), la madre de Rufo (v 13 b), la hermana de Nereo (v 15
b), señalando a cuatro de ellas sin referencia a ningún hombre y destacando su
trabajo en la iglesia; y tres mujeres en matrimonio Prisca (v 3-5 a), Junia (v
7 a) y Julia (v 15 a). 1
Posteriormente,
en la iglesia primitiva, también encontramos referencias al rol de la mujer en
la vida eclesial, fundamentalmente de las viudas, cuyas funciones serían orar
diariamente por la comunidad atendiendo a las personas enfermas y necesitadas,
acompañando el proceso de incorporación de las mujeres a la iglesia
(catecumenado), ayudando en los bautismos, especialmente de mujeres. 2
Las mujeres en la Iglesia Apostólica
Febe
Su
nombre significa brillante. Es de origen griego convertida al cristianismo. Se
desempeñaba como líder en la Iglesia de Cencrea, el puerto más oriental de
Corinto. En un brevísimo texto (v 1-2), Pablo la describe como:
- una
mujer independiente o sola ya que no la relaciona con ningún varón (padre,
esposo, hermano o hijo),
- diácono
3, utilizando el texto griego la forma masculina (en otros pasajes Pablo se
refiere a sí mismo utilizando esta palabra: 1Co 3,5; 2 Co 3,6; también a
Timoteo: 1Ts 3,2 y a Apolo: 1Co3,5; es decir que la ubica en una tarea
misionera y de predicación),
- protectora
ya que ha ayudado tanto a Pablo como a
otros hermanos.
Junia
Nombre
de origen latino. Si bien algunos Padres de la Iglesia como Orígenes y Juan
Crisóstomo elogiaron a esta mujer, posteriormente su nombre fue transformado en
masculino, pasando de Junia a Junias; sin embargo el texto griego es
fundamental para poder afirmar que se trataba de una mujer. Pablo cuenta que
ella y Andrónico (v 7):
- eran
de origen judío y habían compartido la cárcel con él, seguramente por causa de
la predicación del Evangelio,
- se
habían convertido al cristianismo antes que él,
- eran
apóstoles sobresalientes entre los apóstoles.
Este
pequeño versículo de Pablo es sumamente revelador en cuanto que ubica a Junia
como la única mujer apóstol que mencionan los escritos del Nuevo Testamento
Priscila
Es
citada seis veces en los escritos del Nuevo Testamento (Hch 18,8; 18,25; Rom
16,3-4; 1 Cor 16,19; 2 Tim 4,19) junto a Aquila. A través de los escritos de
Pablo, se puede decir que Priscila era:
- una
judía convertida al cristianismo
- una
mujer trabajadora que confeccionaba carpas junto a Aquila
- inmigrante
a causa de la expulsión ordenada por el emperador Claudio
- fundadora
de una iglesia en Efeso junto a Aquila, donde Priscila tiene un rol fundamental
y protagónico, tal vez por ello, la iglesia fundada no se identifica por el
nombre de Aquila como en Hch 21,8 refiriéndose a la casa de Felipe, sino que se
refiere a “la casa de ellos”,
- maestra
cristiana (Hch 18,24-28 narra que Priscila y Aquila, en ese orden, primero ella
y luego él, enseñaron a Apolo)
- fundadora
de una iglesia en Roma junto a Aquila, nuevamente se menciona “en casa de
ellos”
Las Iglesias
Domésticas
En
la sociedad patriarcal la mujer quedó reducida a la vida doméstica a diferencia
del varón que se desempeñaba en la vida pública. El hecho de que el cristianismo se desarrollara fundamentalmente
a través de iglesias domésticas, sin lugar a dudas debió haber influido en el
liderazgo que tuvieron las mujeres.
Las reuniones en las casas eran el
punto de partida para las misiones, el lugar de encuentro para las
celebraciones, el espacio de enseñanza – aprendizaje del cristianismo.
Es sorprendente constatar que la
Iglesia Apostólica logró mantener el modelo igualitario que había establecido
Jesús en su movimiento, donde las mujeres habían podido visibilizarse y asumir
determinados roles en la vida pública. Todo el impulso misionero en esta
época integró a hombres y mujeres, tal
como lo muestran los tres ejemplos elegidos: Febe, Junia y Priscila. Pero sin
lugar a dudas hubo otras, mencionadas por Pablo en la Carta a los Romanos como
María, Trifena y Trifosa, Péside, la madre de Rufo, Julia; a las que se pueden
sumar Lidia en casa de quien se formó la primera iglesia de Filipos en
Macedonia (Hch 16,11-15) quien lideraba un grupo de mujeres creyentes, Eunice y
Loida que educaron a Timoteo (2 Tim 1,5).
Conclusiones
A
comienzos de la época patrística aún tenemos claros indicios de la
participación activa de las mujeres en el liderazgo eclesial. Orígenes (siglo
II) comparaba a Febe con las viudas de la carta a Tito en sus Comentarios a
Romanos 10,17. También en Ignacio de Antioquía
(siglo II) encontramos un saludo a las vírgenes y a las viudas en su
Carta a Filipenses 15. Juan Crisóstomo
En
la Didascalia Apostolorum (siglo III) y en las Constituciones Apostólicas
(siglo IV) se mencionan a las diaconisas:
- en una tipología donde se desarrolladan las funciones propias
de las diaconisas: el obispo ocupa el lugar de Dios, los diáconos son tipo de
Cristo, las diaconisas son tipo del Espíritu, los sacerdotes han de ser
honrados como los apóstoles (cf Didascalia Apostolorum 9,3-8)
- en
un ritual de imposición de manos e invocación del Espíritu Santo (cf
Constituciones Apostólicas 8,19-20).
Sin embargo, se fue limitando cada vez más la participación de las
mujeres en el liderazgo eclesial, hasta llegar a nuestros días, donde casi no
forman parte de la estructura de liderazgo eclesiástico.
Entiendo que el camino a los cambios necesarios en las iglesias
pasa por el retorno a los orígenes, el encuentro con el espíritu fundacional,
la revisión de las prácticas que provocan exclusión, redescubrir el movimiento
integrador e igualitario de Jesús, generar estructuras participativas y
democráticas; sin lugar a dudas todo esto es un gran desafío por delante.
Contamos con fundamentos bíblicos
e históricos que aseguran que la iglesia de los primeros siglos contaba
con mujeres en el liderazgo, desarrollando roles como diáconas, predicadoras,
misioneras, profetizas y hasta apóstoles según el Espíritu Santo les daba sus
dones.
Para mi práctica pastoral y de acuerdo al lugar de liderazgo que
ocupo en mi iglesia, es un aporte importantísimo para continuar profundizando
las transformaciones que iniciamos hace algunos años, ahora con fundamentos
bíblicos e históricos.
Bibliografía general
HOLMAN:
Diccionario Bíblico Ilustrado. China,
B&H, 2008
ROCCO
TEDESCO, Diana: Materiales del curso.
VIDAL,
César: El Nuevo Testamento – INTERLINEAL
– Griego Español. EEUU, Ed. Grupo Nelson, 2011
Fuentes
ISHA: La mujer según la Biblia.
Corea. Ed. Sociedades Bíblicas Unidas, 2010.
NUEVA BIBLIA ESPAÑOLA.
Madrid. Ed. Cristiandad, 1975
Artículos consultados en intenet
____________
1
HANKS Tomás: El Evangelio Suvbersivo pág 141
2
ROCCO Diana: Materiales del curso.
3 Si
bien algunas versiones bíblicas traducen el término griego como “sierva” o
“diaconisa” es indiscutible que la traducción correcta es “diácono”.
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