Jesús manifiesta la ley renovada de Dios
6º Domingo del Tiempo
de la Manifestación de Dios a todos los pueblos
Ciclo A – Mt 5,17-37
Jesús
manifiesta la ley renovada de Dios
1. El texto en su contexto:
En el texto evangélico
que se nos propone para la reflexión de hoy, Jesús manifiesta una nueva
dimensión de la ley de Dios, dando por superada la antigua interpretación de la
Ley que Dios había manifestado a través de Moisés. Los nuevos tiempos necesitan
nuevas interpretaciones de la Ley y Jesús nos da la clave hermenéutica para
ello.
Jesús no cambia la Ley
(versículo 17) sino que la sitúa en un nuevo contexto (Rom 3,31). Los maestros
de la ley y los fariseos eran los más estrictos observantes de la ley, sin
embargo, Jesús nos desafía a superarlos (versículo 20 cf 3,15). Esta superación
no tiene que ver con un cumplimento estricto de la letra de la ley, sino con la
capacidad de comprender al legislador en su contexto y aplicar el sentido de la
ley y no la letra muerta en nuestro contexto.
Jesús nos plantea una
relectura a los puntos centrales de la ley: homicidio (versículos 21-26),
adulterio (versículos 27-30), divorcio (versículos 31-32), juramente
(versículos 33-37), venganza (versículos 38-42). Jesús no propone nuevos
mandamientos sino que plantea su postura frente a la ley de Moisés a través de
una serie de contraposiciones.
Los mandamientos que
entregó Dios a Moisés prohíben matar (Ex
20,13; Dt 5,17; Lv 24,17), Jesús nos lleva a reflexionar sobre la actitud interior
(Gn 4,1-7; 37,4.8) que comienza vulnerando la dignidad de la otra persona hasta
no valorar su vida y su dignidad, llegando al punto de matarla. También prohíben
el adulterio (Ex 20,14; Dt 5,18), nuevamente Jesús nos lleva a reflexionar
sobre la actitud interior (Prov 6,25.27; Job 31,1, Eclo 9,5) y las acciones
previas al acto (2Sam 11,2). Habilitan el divorcio con la finalidad de cuidar
al varón (Dt 24,1), Jesús nos lleva a reflexionar sobre la desprotección en que
queda la mujer, volviendo a la casa paterna, con el estigma de haber sido
repudiada. Prohíben jurar en falso (Lv 19,12; Nm 30,2); en tiempos de Jesús, el
juramente era una práctica religiosa admitida y parte de un procedimiento
legal; Jesús nos lleva a reflexionar sobre la confianza y la sinceridad en las relaciones
humanas sin necesidad de jurar (Stgo 5,12). La ley de Moisés aceptaba la ley
del talión (Ex 21,24; Lv 24,20; Dt 19;21), Jesús nos lleva a reflexionar no
sobre el principio de equivalencia que regía en los textos
veterotestamentarios, sino en vencer el mal a fuerza de bien (cf Sal 35,11-13).
2. El texto en nuestro contexto:
Jesús manifiesta la ley
renovada en Dios. Ya no es un peso insoportable (23,14) sino una carga ligera
(Mt 11,28-30). Nos muestra el camino para interpretar los textos de las
Escrituras, nos libera de las ataduras a la letra y nos pone de cara a la
situación de las personas, a su dignidad, a sus derechos, a la realidad del
contexto de cada época. Hacer de la Biblia, leída e interpretada literalmente
nos esclaviza en lugar de liberarnos. No es difícil ver actualmente grupos que
se llaman cristianos que son literalistas, fundamentalistas, que buscan imponer
la letra que atenta contra la dignidad y los derechos de las personas sobre el
mensaje liberador, sanador e inclusivo que Dios manifiesta en Jescucristo.
Es tan grave matar a
alguien quitándole la vida como humillarle, denigrarle, atentar contra su
autoestima, vulnerar su dignidad. Llamar a una persona pecadora, satanás,
diabólica es tan grave como asesinarla. Y esto es un claro mensaje y fuerte
mensaje, contra los católicos romanos y los evangélicos pentecostales que
gustan juzgar y condenar.
En tiempos de Jesús,
las mujeres estaban en una situación de inferioridad y desprotección; a través
de una relectura del texto bíblico llama la atención a la sociedad de su tiempo
y el evangelista a las comunidades cristianas destinatarias del Evangelio,
sobre esta situación de desigualdad. Me pregunto por qué algunas iglesias hacen
tanto hincapié en la letra del mandamiento: “prohibición del divorcio” en lugar
de seguir el ejemplo de Jesús y preocuparse por las personas ¿Qué dicen los
católicos romanos y los evangélicos pentecostales sobre la violencia de género?
¿sobre las mujeres que mueren a diario a manos de sus esposos? Argumentan desde
la falacia de que la ideología de género es algo contrario a los valores de la
familia. Cómplices de torturadores y asesinos! Es una realidad innegable la
violencia de género y tienen la responsabilidad evangélica de pronunciarse, si
es que son realmente cristianos.
Como Iglesia que
intenta seguir los pasos de su Maestro, sentimos la necesidad de expresar
nuestro compromiso con aquellas personas que son vulneradas en sus derechos y
su dignidad por el sistema religioso dogmático y fundamentalista. Hoy más que
nunca, la Iglesia tiene que ser clara frente a temas tan complejos como el
divorcio, el matrimonio igualitario, la adopción por parte de parejas del mismo
sexo, las campañas moralistas de sectores conservadores del cristianismo, las
condenas religiosas, las incitaciones al odio y a la discriminación.
Jesús manifiesta la ley
renovada en Dios. La ley es Buena Noticia para todas las personas no una carga
insoportable. En ese proyecto eclesial nos comprometemos radicalmente.
Buena semana para todos
y todas +Julio.
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