“ He visto lo mucho que ha sufrido mi pueblo y he escuchado sus quejas pidiendo ayuda. Estoy consciente de su dolor” (Éxodo 3,7).
.La
dignidad y los derechos humanos, debieran ser la preocupación de los Estados y
de las Sociedades; las Iglesias cristianas debieran ser la voz profética, que
como consciencia moral del pueblo, se levanta cada vez que son vulnerados o
violados, tanto la dignidad como los derechos de todas las personas, sin
importar diferencias de raza, sexo, situación económica, nacionalidad,
orientación sexual, etc.; “porque Dios no hace diferencia entre las personas”
(Hechos de los Apóstoles 10,34).
En
lo que va del año 2012, en Uruguay fueron asesinadas cinco personas trans, solo
un uno de los cinco homicidios fue resuelto por la justicia, los otros cuatro
todavía no, ante la falta de respuestas desde el Estado, el silencio de la
sociedad y la complicidad de las Iglesias, que se vuelven tales, por permanecer
indiferentes.
Diversidad
Cristiana, comprometida con los valores del Evangelio, que son solidaridad,
justicia y vida plena, digna y abundante para todas las personas en todas
partes; en primer lugar queremos pedir perdón a las personas trans, porque no
hemos sido fieles al Evangelio de Jesucristo, permaneciendo indiferentes ante
la vulneración de sus derechos y de su dignidad; en segundo lugar, exhortamos a
las Iglesias Cristianas, para que asuman la voz de quienes están siendo
silenciados y silenciadas por la discriminación, la exclusión y el odio que
genera la trasnfobia; en tercer lugar exigimos a los organismos del Estado que
resuelvan estos asesinatos y que generen políticas de equidad e inclusión para
las personas trans.
La
indiferencia ante estas situaciones, agudiza la inequidad, instala la
discriminación, transformándose en un pecado grave.
Apelamos
a los organismos del Estado, a la Sociedad y a las Iglesias a decir basta a la
transfobia y actuar en consecuencia.
Montevideo,
25 de setiembre de 2012.
Diversidad
Cristiana.
+
Obispo Julio.
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