Otras familias son posibles!
Reflexión Semanal en el cuarto domingo de Adviento.
Otras familias son posibles!
“El origen de Jesucristo fue este: María, su madre, estaba comprometida para casarse con José; pero antes que vivieran juntos, se encontró encinta por el poder del Espíritu Santo. José, su marido, que era un hombre justo y no quería denunciar públicamente a María, decidió separarse de ella en secreto. Ya había pensado hacerlo así, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, descendiente de David, no tengas miedo de tomar a María por esposa, porque su hijo lo ha concebido por el poder del Espíritu Santo. María tendrá un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Se llamará así porque salvará a su pueblo de sus pecados.”
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta:
“La virgen quedará encinta
y tendrá un hijo,
al que pondrán por nombre Emanuel”
(que significa: “Dios con nosotros”). Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado, y tomó a María por esposa. Y sin haber tenido relaciones conyugales, ella dio a luz a su hijo, al que José puso por nombre Jesús. (Mt. 1,18-24 Versión Biblia de Estudio Dios Habla Hoy).
En el escandaloso origen de Jesús de Nazaret, encontramos la aprobación divina a otras familias posibles, que no se ajustan al modelo socio cultural y religioso actual.
Jesús de Nazaret fue concebido fuera del sistema familiar aceptado por la sociedad, cultura y religión de su tiempo. María, según la ley mosaica, debió de ser apedreada hasta morir (Dt. 22,22-23) por encontrarse cursando un embarazo antes de convivir con su marido. José, al ocultar el embarazo de la que sería su esposa, mintió al sistema socio cultural y religioso. Un origen humano escandaloso para quien, según la fe cristiana, es Dios mismo encarnado.
¿Por qué el mismo Dios eligió una pareja escandalosa para encarnarse y ser humano (cf. Fi 2,7) en el seno de una familia? ¿Será cierto, que Dios “no hace diferencia entre las personas” (Hch. 10,34)? ¿Será que no importa el modelo de pareja y familia, socio cultural y religioso de cada época, sino que exista amor para que ahí esté Dios (cf. 1Jn. 4,8).
Esta lectura, desprejuiciada e inclusiva del Evangelio, valoriza la experiencia del amor y de la solidaridad sobre la norma socio cultural y religiosa del contexto. Valora cualquier modelo familiar basado en el amor y la solidaridad sin importar la tipología: familias monoparentales, nucleares en concubinato o matrimonio, ensambladas o extendidas. También valora cualquier modelo de pareja basado en el amor y la solidaridad: heterosexual, o formada por dos hombres o por dos mujeres, porque lo que realmente importa es “que nos amemos unos a otros (1Jn. 3,11.23). Cuando en una pareja y en una familia hay amor, Dios está, con y entre, nosotros y nosotras (Emmanuel).
Feliz Navidad para todos y todas!
Feliz fiesta de las familias, en toda la diversidad de expresiones posibles, basadas en el amor y la solidaridad!
Di@s está con y entre nosotras y nosotros!
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