Declaración Pastoral ante el problema de discriminación y exclusión que viven las personas GLTB

 
 
Actualización del documento “Lineamientos Pastorales ante el problema de discriminación y exclusión que viven las personas GLTB” del 4 de marzo de 2011.

 
Presentación
 
El problema de discriminación y exclusión que viven las personas GLTB en muchas partes del mundo es grave. En algunos países es explícita la persecución hasta llegar a la cárcel o la pena de muerte. En otros países es más solapada y si bien se habla de tolerancia, hay determinadas acciones que dejan en evidencia hechos de discriminación y exclusión. Esta situación es provocada tanto por el sistema político como por el sistema religioso y clama al cielo por justicia, desde distintos lugares del planeta y Dios no permanece indiferente a ese clamor (Ex 2,24).
 
Nuestra sociedad actualmente practica diversas expresiones de religiosidad, prueba de ello es la presencia de diferentes tradiciones religiosas. Algunas de ellas se caracterizan por incluir a las personas GLTTB, otras lo fueron haciendo con el paso del tiempo, pero algunas aún en la actualidad continúan discriminándolas y excluyéndolas.
 
Las personas GLTB, como parte de este mosaico religioso de la sociedad, también desarrollan su espiritualidad y religiosidad, en unos casos siendo incluidas, en otros siendo discriminadas, producto de la construcción de una sociedad patriarcal, machista y homofóbica, que se refleja en nuestras tradiciones religiosas.
 
En la Iglesia Antigua – Diversidad Cristiana:
 
- sentimos la necesidad de pedir perdón por tantos siglos de discriminación, culpabilización y exclusión hacia la personas GLTB, por parte de quienes se denominan cristianas y cristianos, con el convencimiento que no hay nada más lejos del mensaje inclusivo y liberador de Jesús de Nazaret que juzgar y condenar a las y los semejantes (Lc.6,36-38);
 
- sabemos que durante esos siglos, lecturas fundamentalistas de la Biblia han creado una brecha entre las personas GLTB y el conjunto de la sociedad, promoviendo conductas violentas, que hieren la dignidad y vulneran los derechos de las personas GLTT; pero eso, es sólo una interpretación errónea; la Biblia es la memoria y el testimonio de un pueblo formado por personas diversas, que experimentaron en su vida personal y colectiva, el amor entrañable de un Ser Indecible, Amoroso y Maternal que invita a la humanidad a su Fiesta y a su Mesa (Mt. 22,1-10) sin hacer diferencia entre las personas (Hch. 10,1-34);
 
- reconocemos el esfuerzo que han hecho y continúan haciendo las personas GLTB, en cuanto colectivo, para reivindicar sus derechos y su dignidad, por eso nos ponemos a su servicio ofreciendo lo único que tenemos (Hch. 3,4): el mensaje sanador, liberador e inclusivo que nos dejó nuestro Maestro (Jn 13,13) Jesús de Nazaret, que supo respetar e incluir a personas diferentes (Mt. 9,10), que lo único que condenó fue la injusticia y soberbia de la clase política y religiosa de su tiempo (Mt. 16,1-4);
 
- sabemos que el mensaje de Jesús de Nazaret no es sólo palabras sino fundamentalmente acciones (Mt. 25,34-41), por eso emprendimos hace seis años este desafío pastoral dirigido a las personas GLTB, no como una iglesia para personas GLTB sino como una iglesia que incluye a las personas GLTB. Entendemos que necesariamente, esta pastoral debe de ser liberadora e inclusiva, ecuménica e interreligiosa, donde todas las personas tengan su lugar y puedan experimentar y desarrollar su espiritualidad.
 
No desarrollamos esta pastoral hacia las personas GLTTB por su orientación sexual o sus prácticas sexuales. Eso no tendría ningún sentido. Entendemos que su orientación sexual es una parte constitutiva de su ser; así como hay personas altas y bajas, delgadas y obesas, rubias y castañas, también las hay heterosexuales, bisexuales, gays, lesbianas, trans y queer.
 
Desarrollamos esta pastoral, por la situación de vulneración de derechos en que son colocadas por la sociedad y muchas veces, por los sistemas religiosos, una situación donde su dignidad y sus derechos están en riesgo permanente, por la discriminación y exclusión a que se ven sometidas. Esta situación es la que da sentido y fundamento a nuestra Pastoral hacia estas personas.

 
Fundamentación.
 
Las enseñanzas de Jesús de Nazaret, recibidas a través de los Evangelios, nada dicen en contra de las personas gays, lesbianas, trans, bisexuales y queer, ni de las prácticas sexuales con personas del mismo sexo: el Jesús histórico no condenó a las personas GLTBQ, ni sus prácticas sexuales.
 
Las enseñanzas que nos traen los escritos evangélicos sobre los "delitos sexuales" no se refieren a las personas GLTB, ni a sus prácticas sexuales (Lc. 7,36-50; Jn. 8,1-11), sino a personas heterosexuales y prácticas heterosexuales abusivas, y por lo tanto injustas: el Jesús histórico condenó la injusticia, la discriminación y la exclusión.
 
En la literatura paulina es donde encontramos, aparentemente, condenas tanto a las prácticas homoeróticas como lesboeróticas. Pero luego de un estudio serio y responsable de las Escrituras, sabemos que Pablo nada dice en Rom. 1,26-27 sobre el amor o las relaciones sexuales realizadas con libertad y respeto, entre personas adultas del mismo sexo y que, estas condenas son producto de lecturas fundamentalistas, patriarcales, machistas y homofóbicas, que algunas corrientes cristianas hacen de la carta de Pablo a las comunidades cristianas en Roma: Pablo condenó la idolatría. Si Pablo hubiera condenado a las personas por su orientación o su práctica sexual se habría alejado del mensaje inclusivo de Jesús de Nazaret (Para ampliar este punto, les recomiendo leer “Romanos 2,26-27: una buena noticia para las personas GLTB”).
 
Por lo tanto, desde esta pastoral pretendemos actualizar y reafirmar el mensaje contenedor, sanador, liberador e inclusivo de Jesús de Nazaret, para la humanidad del siglo XXI, en el contexto latinoamericano, donde la inmensa mayoría de las personas GLTBQ son discriminadas, perseguidas y excluidas de la vida eclesial y también social de forma abusiva, generando injusticias.

 
Los lineamientos pastorales
 
Pretendemos que las personas GLTB experimenten, en el espacio eclesial el amor incondicional de Dios que sale a su encuentro, las abraza, restituye su dignidad e invita a su fiesta y su mesa. Para ello nos proponemos:
 
- Abrir un espacio de escucha y diálogo sanador, liberador e inclusivo.
 
- Informar, orientar y acompañar en las diversas áreas de sus vidas.
 
- Generar espacios eclesiales inclusivos y participativos de toda la diversidad sexual.
 
- Trabajar en la defensa de los derechos y la dignidad de las personas GLTB.

 
Uruguay, 13 de noviembre de 2017.
+ Julio Vallarino.
Obispo de la Iglesia Antigua – Diversidad Cristiana.

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