Fiesta de la Transfiguración del Señor.

Fiesta de la Transfiguración
6 de Agosto

Seis días después, Jesús se fue a un cerro alto llevándose solamente a Pedro, a Santiago y a Juan. Allí, delante de ellos, cambió la apariencia de Jesús. Su ropa se volvió brillante y más blanca de lo que nadie podría dejarla por mucho que la lavara. Y vieron a Elías y a Moisés, que estaban conversando con Jesús.

Pedro le dijo a Jesús: —Maestro, ¡qué bien que estemos aquí! Vamos a hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Es que los discípulos estaban asustados, y Pedro no sabía qué decir.

En esto, apareció una nube y se posó sobre ellos. Y de la nube salió una voz, que dijo: “Este es mi Hijo amado: escúchenlo.” Al momento, cuando miraron alrededor, ya no vieron a nadie con ellos, sino a Jesús solo.

Mientras bajaban del cerro, Jesús les encargó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre hubiera resucitado. Por esto guardaron el secreto entre ellos, aunque se preguntaban qué sería eso de resucitar.

Le preguntaron a Jesús: —¿Por qué dicen los maestros de la ley que Elías ha de venir primero?

Él les contestó: —Es cierto que Elías viene primero, y que él lo arreglará todo. ¿Y por qué dicen las Escrituras que el Hijo del hombre ha de sufrir y ser despreciado? Pero yo les digo que Elías ya vino, y que ellos hicieron con él todo lo que quisieron, como dicen las Escrituras que le había de suceder” (Mc. 9, 2-13 versión Biblia de Estudio Dios Habla Hoy).


Algo pasó en la montaña que fascinó a los discípulos. Algo inesperado que los convenció definitivamente de la misión mesiánica de Jesús. Esta experiencia es puesta en palabras a través del relato de la transfiguración. Ya no les quedaba lugar a dudas, el Maestro (Rabí) era el Mesías esperado. Esa experiencia les fascinó: “quedémonos aquí”.

Históricamente, en muchas predicaciones, se ha dicho sobre el texto que el Padre confirma la misión mesiánica a Jesús.

El texto, a través de su estructura manifiesta revela un contenido permanente que difiere de lo que históricamente se ha dicho sobre él.

 Contenido permanente:

El encuentro con la divinidad gratifica, plenifica, dignifica, remite a la experiencia liberadora del desierto (Éxodo, Deuteronomio, Oseas), donde la presencia de YHWH entre su pueblo era cumplimiento de las promesas.

Esa presencia y encuentro produce temor, reverencia y adoración, entre dos naturalezas radicalmente distintas, infinita – finita, creadora –creada, eterna – temporal.

Contenido coyuntural:

La forma de presentar el mensaje, el relato cristofánico es epocal.

El mensaje originario del texto para nuestro aquí y ahora:

Surgen varias lecturas e interpretaciones desde el propio texto en nuestro contexto histórico y socio cultural en el que en lugar de dar soluciones nos desafía a buscar nuevas respuestas más allá de lo que históricamente se ha dicho.

Estas respuestas nos generan nuevos cuestionamientos. Nos desafía a desarrollar la creatividad en un mundo totalmente diferente al de aquellos tiempos pero manteniendo la fidelidad al kerigma.

Lectura cristológica:

Desde esta perspectiva, entendemos que así como Moisés condujo al pueblo de Dios por el desierto al encuentro de YHWH en el SINAI, lugar dónde se revela el Dios de la Alianza; Jesús conduce al nuevo pueblo de Dios, representado en el núcleo apostólico al encuentro con el Padre en el Tabor.

En Jesús finaliza la antigua Alianza, representada por Moisés y Elías y se inicia la nueva y definitiva Alianza, representada por el núcleo de la comunidad apostólica.

Finalizan las mediaciones humanas en Jesús el gran MEDIADOR entre la DIVINIDAD y la HUMANIDAD, Dios deja de hablar a través de mediadores humanos al pueblo de la antigua Alianza y habla directamente a través del Hijo al pueblo de la nueva Alianza; un pueblo sacerdotal, mediador, profético, testigo ante el mundo.

La fidelidad a la experiencia cristocéntrica es uno de los grandes desafíos de la historia humana y cristiana. A lo largo de los tiempos la comunidad cristiana propuso y propone mediaciones humanas y así surge el culto a los santos y las santas, los honores reclamados por clérigos, las atribuciones sacerdotales y episcopales, los nuevos apóstoles de las iglesias evangélicas,  las lecturas e interpretaciones descontextualizadas de las Escrituras.

El desafío de la comunidad cristiana en el hoy de la historia humana es retornar a la experiencia cristocéntrica, reconociendo en Jesús glorificado al crucificado que nos envía al mundo.

Lectura Eclesiológica:

Desde esta perspectiva, podemos identificar en el texto a la Iglesia, peregrina en el mundo hacia la casa del Padre; una Iglesia diversa en sus expresiones y manifestaciones, representada por el núcleo apostólico, tres personajes históricamente diferentes en su llamada, en su forma de concebir el proyecto mesiánico de Jesús, en su expresión de la fe post pascual; una Iglesia invitada a escuchar a Jesús y dar testimonio ante el mundo.

Una iglesia peregrina en el mundo en diálogo y comunión con la Iglesia ya en posesión de las Promesas del Reino, representada por Moisés y Elías; una Iglesia que dio testimonio y ya en la presencia del Padre está en posesión de las promesas.

Cristo es el punto de encuentro, comunión y plenitud de la Iglesia en su doble dimensión. Él la pone en situación y relación con el Padre.

Lectura Ecuménica:

Desde esta perspectiva, el texto sugiere el diálogo entre la comunidad cristiana, representada por Pedro, Santiago y Juan, y la comunidad judía, representada por Moisés y Elías.

Cristo es el punto de encuentro entre ambas comunidades. Él es el profeta escatológico, el nuevo legislador, el duplicado superante de Moisés y Elías.

En el SINAI, YHWH entrega la Ley a través de Moisés. En el Tabor entrega la nueva Ley, superada y llevada a plenitud, a través de Jesús.

YHWH, el Padre de Jesucristo, invita a ambas comunidades a escuchar a Jesús el Mesías: único y definitivo mediador entre la DIVINIDAD y la HUMANIDAD, a la cual antes Israel y ahora la Iglesia son enviados a iluminar (Mt. 5,14; cf. Is. 49,6).

Israel, el pueblo de la antigua alianza, tuvo la misión de llevar al mundo la novedad de que Dios es UNO (Dt. 6,4; Is. 6,3) que es JUSTICIA (Ex. 3,7; Am. 8,4.7; 9,11-14) y que es MISERICORDIA (Os. 6,6; 11,8-9; Ez. 33,11). La Iglesia, el pueblo de la nueva alianza, tiene la misión de llevar al mundo la última novedad revelada por Jesús y es que Dios también es PADRE  (Mt. 6,9; Jn. 20,17; Rm. 8,18-23).

Lectura Trinitaria:

Desde esta perspectiva se pueden identificar en clave trinitaria todo el texto:
- 3 personajes humanos: los discípulos Pedro, Santiago y Juan;
- 3 personajes en gloria: Jesús, Moisés y Elías;
- 3 chozas: propuesta de Pedro a Jesús;
- 3 veces 3 (3 personajes humanos, 3 personajes en gloria, 3 chozas) junto a la gloria – presencia divina representada en la nube en la montaña.

En la tradición bíblica, tres significa comunidad, perfección, plenitud. Podría entenderse como la propuesta de YHWH para la HUMANIDAD a partir del ser trinitario de la DIVINIDAD. La HUMANIDAD está llamada a participar de la DIVINIDAD.

Lectura de Género:

Desde esta perspectiva, se podría interpretar:

- una primera revelación de YHWH sobre el secreto mesiánico de Jesús a la comunidad discipular masculina representada en 3 varones: Pedro, Santiago y Juan, quienes cuando hubo que dar testimonio lo abandonaron y negaron;

- una segunda revelación, y definitiva, de YHWH sobre el secreto mesiánico de Jesús a la comunidad discipular femenina representada en 3 mujeres (María Magdalena, María la de Santiago y Salomé, en Mc. 16,6-8) quienes dieron testimonio y fueron portadoras definitivas de la Buena Noticia a la comunidad y al mundo.

Sospecha hermenéutica:

Tomando prestado un concepto de la educación popular, que es el reconocimiento en toda práctica educativa de la internalización de la clase opresora, lo aplico a la experiencia de fe. Un aspecto fundamental a la hora de interactuar con el texto bíblico es utilizar la sospecha hermenéutica.

Los textos bíblicos son producto de un contexto socio político, económico y cultural. Como producto de ese contexto están contaminados por el sistema de creencias y valores de su época.

El desafío de toda comunidad cristiana es identificar en los textos bíblicos los contenidos permanentes que deben ser preservados e interpretados con fidelidad creativa, para que el Evangelio de Jesús siga siendo Buena Noticia, para todas las personas de todos los tiempos.

Buen fin de semana para todos y todas.
Obispo Julio.

Comentarios

Entradas populares